La administradora única provisional de RTVE, Rosa María Mateo, rechazó ayer que se ha haya producido una «purga» de cargos directivos en el seno de la Corporación. «En lugar de purga yo puedo hablarles de ceses y de cambios, unos cambios que he hecho siguiendo únicamente criterios profesionales», defendió. «No puedo tolerar ni tolero que se le ponga una cruz a alguien por su raza ideológica o creencia religiosa ni tampoco que alguien quiera imponernos a los ciudadanos sus creencias por la fuerza o por la violencia», explicó Mateo en el marco de su primera comparecencia ante la Comisión Mixta (Congreso-Senado) de Control Parlamentario y sus Sociedades, celebrada en el Congreso de los Diputados. «Creo profundamente en la libertad y mi libertad les beneficia. A la democracia, a los ciudadanos y a ustedes les daña una televisión manipulada que esté al servicio del poder o del gobierno de turno, además de estar en contra de la Constitución y de la ley», manifestó. «Para mí, la palabra purga que se ha utilizado tanto durante estos meses significa gulag, significa estalinismo, nazismo, fascismo, franquismo, pinochetismo, campos de concentración, abuso de poder», manifestó Mateo, provocando las protestas de los parlamentarios del PP.