Loreto Mauleón (San Sebastián, 1988,) debutó en el cine con el largometraje Bi anai (Dos hermanos) del realizador Imanol Rayo, basada en la novela homónima de Bernardo Atxaga. Más tarde, partició en la serie televisiva Goenkale, de la autonómica vasca ETB, donde estuvo cuatro temporadas dando vida a Joana. Ahora, regresa a la longeva serie de Antena 3 El secreto de Puente Viejo como María, personaje que ya encarnó en el pasado. Vuelve junto con Jordi Coll para solaz de los muchos fans que les tenían como una parejita muy querida. Y ella, feliz, porque se siente como en casa. Mientras María estaba en Cuba, Loreto seguía aquí, participando en la miniserie Lo que escondían sus ojos (Tele 5), haciendo teatro clásico y rodando la segunda parte de la miniserie Los nuestros. A pesar de que en el set hay muchas caras nuevas, Loreto está encantada de reencontrarse con los viejos amigos de rodaje.

-¿Emocionante el regreso al set de rodaje de una serie tan querida como ‘El secreto de Puente Viejo’?

-Muy emocionante. Yo siento que Puente Viejo es mi casa, y me he sentido muy arropada por todo el equipo tanto artístico como técnico.

-¿Es cierto que le habían convocado una hora antes en previsión del recibimiento que sus compañeros le iban a hacer?

-[Ríe] El primer día, sí. Hacía tiempo que no veía al equipo y como somos muchos...

-Aunque se habrá encontrado muchas caras nuevas, ahí estaban Jordi Coll, su marido en la serie, y Carlos Serrano, su pareja actual. ¿Eso facilitaba las cosas?

-Hay muchas caras nuevas, pero la mayor parte del equipo sigue siendo el mismo, así que, en ese aspecto, la vuelta a la serie ha sido muy fácil.

-Por cierto, ¿cómo se lleva eso de que su pareja en la vida real (Carlos Serrano) le tratara tan mal como su prometido en la serie (el malvado Fernando Mesía)? ¿Le pedía perdón cuando llegaban a casa?

-Por supuesto que bromeábamos acerca de ello. Pero, por suerte, no deja de ser más que ficción.

-¿Por qué regresa su personaje, María, ahora que la creíamos feliz en Cuba?

-Por una parte está la desaparición de Emilia y Alfonso. No se sabe qué ha pasado, pero han dejado de responder a las cartas y es imposible dar con ellos por teléfono. Y, por otra, hay un incendio en la casa de Gonzalo y María en Cuba y en la que mueren los niños, así que vuelven buscando venganza.

-¿La gente le pedía por la calle que volviera, que no se acostumbraban a los nuevos personajes?

-Siempre que entra alguien nuevo, el público tarda un poco en acostumbrarse. A nosotros también nos pasó, pero la gente es muy cariñosa con todos nosotros y no podemos más que estar muy agradecidos.

-¿Es consciente de que la de Gonzalo y María ha sido una de las parejas más carismáticas?

-Creo que todos los personajes de la serie son muy queridos, pero, por la parte que me toca, estoy muy agradecida al público por su cariño.

-¿Vuelve para quedarse en esta longeva serie?

-Vuelvo unos meses y después veremos cómo se desarrollan las tramas. Pero me encanta estar en Puente Viejo. Me hace muy feliz.

-¿Cree que es la ficción que le ha dado más popularidad?

-Supongo que sí. Llevo más de 10 años dedicándome a la interpretación, pero, sin lugar a dudas, dos años y medio en la misma serie hace que te vea mucha gente cada día.

-Desde entonces ha participado en la serie de Mediaset ‘Lo que escondían tus ojos’ y ha hecho teatro con la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

-Han sido experiencias muy enriquecedoras y he conocido a gente maravillosa. Todos los trabajos, ya sean de tele, teatro o cine, aportan cosas.

-¿Algún proyecto más?

-En junio acabé de rodar la segunda parte de la miniserie Los nuestros, que espero que se estrene muy pronto.