TVE-1 estrenó el 25 de septiembre la segunda temporada de una de sus series revelación del pasado curso, Estoy vivo, producción a medio camino de la ciencia ficción y el thriller policiaco protagonizada por Javier Gutiérrez, y en la que también destaca el trabajo de Alejo Sauras. Sauras triunfó con Los Serrano.

-¿Cómo encaró el rodaje de una serie tan original como esta?

-Estaba y estoy alucinando con este proyecto y con mi personaje. Ha sido un regalo. Fue muy difícil porque me costó al no haber hecho nunca ciencia ficción. Desde niño me ha gustado mucho como espectador, pero como actor me costó. Los primeros ensayos fueron muy duros porque los actores tenemos siempre muchas preguntas, pero en este caso no había muchas respuestas. Te faltan referencias y tienes que crearlas basándote en tu intuición. Tuve mucha suerte con mis compañeros. Javier Gutiérrez y Roberto Álamo me ayudaron mucho.

-¿Ya conocía a Javier Gutiérrez?

-Sí, en Los Serrano. Pero era otra cosa muy distinta. Trabajar con él es una maravilla. Es de los que tira del carro cuando cunde el cansancio. En eso me recuerda mucho a Antonio Resines.

-¿Se le nota que ha aprendido mucho en los últimos años?

-Sí, ha adquirido un oficio alucinante. Hace ya unos cuantos años que hicimos Los Serrano y venía con mucha experiencia, pero el Javier Gutiérrez que me encontré aquí es tres veces lo que le ves. Si mi personaje tiene éxito, gran parte del mismo se lo debo a él. Llegué aquí superverde.

-¿Es un aval que la produzca Globomedia?

-Sí. En España se está haciendo muy buena ficción y somos de los primeros exportadores. Pero Globomedia es una de las pioneras que sigue en activo. Con esa productora sabes que lo que te parece difícil de hacer al final lo van a hacer bien porque tienen mucha experiencia.

-¿Por qué le costó tanto perfilar su personaje?

-Porque no existe. A los actores nos gusta mucho hacer época porque nos resulta fácil documentarnos. Cuando hice 14 de abril. La República para TVE fue fácil con los libros y con internet. Pero cuando es un personaje que no existe, no sabes cuánto tiempo ha vivido, qué experiencias ha tenido y estás perdido. Es el ente encargado de acompañar a los muertos al otro mundo. Lo llamamos la pasarela y es un concepto muy ambiguo. Yo he creado un personaje que conoce mucho al ser humano en teoría porque se lo ha estudiado, pero muy poco en la práctica. Y que al llegar a la Tierra tiene unas ganas locas de vivir, aunque tenga un trabajo que desempeñar.

-¿Cree usted que hay vida después de la muerte, como sucede en la serie?

-A lo largo de mi vida he pasado por diferentes etapas y he llegado a creer en muchas cosas, pero ahora estoy en un punto en el que no creo en nada. Quiero creer, pero sospecho que cuando morimos no vamos a ningún sitio y nos quedamos en una dimensión en la que tal vez podamos hacer algo por lo que queda aquí. Pero no lo estamos haciendo. Todos deberíamos ponernos un papelito en el bolsillo con una serie de recomendaciones para que los que nos vayamos marchando hagamos algo por esta mierda de mundo. Nos estamos metiendo en unos agujeros que no nos dan la felicidad. Aunque soy admirador de la ciencia ficción, esta afición por ella viene de desear algo que no tenemos. Nos tratamos de imaginar un mundo en el que no somos malas personas. Ese mundo ahora no existe.

-¿Qué series le han gustado más últimamente?

El Ministerio del Tiempo, pese a que parece que la vemos solo cuatro, lo que no entiendo porque es una serie que está hecha de maravilla.

-¿Le hubiera gustado participar en algún capítulo?

-Me hubiera encantado que me llamaran. Me alegró profundamente de que continuase una temporada más. Es una serie que mezcla dos cosas que me encantan: la ciencia ficción y la historia. Tenemos una historia maravillosa que se cuenta muchas veces de un modo muy aburrido. En los últimos años se ha empezado a contar de otra forma, como La República, Isabel o El Ministerio… También me gusta Black Mirror. Me parece soberbia.