El éxito de una miniserie de televisión de HBO que dramatiza el peor accidente nuclear del mundo en Chernobyl ha disparado el número de turistas que visitan la planta y la ciudad fantasma abandonada que hay cerca de la zona contaminada. Una agencia de viajes de Chernobyl asegura que ha tenido un incremento del 40% en las reservas de viajes desde que se estrenó, con gran éxito, la serie en mayo. Cabe señalar que un tour guiado en inglés por la zona cuesta alrededor de cien dólares por persona.

El pasado mes de abril se cumplieron 33 años del terrible desastre de Chernobyl en la en la entonces Ucrania soviética, un accidente nuclear provocado por una prueba de seguridad fallida en el cuarto reactor de la planta atómica, que envió nubes de polvo radiactivo a gran parte de Europa. La miniserie de HBO describe las consecuencias de la explosión, y la vasta operación de limpieza y la investigación posterior.

Actualmente, el área que rodea a la planta atómica conserva la sensación de un páramo post-apocalíptico, donde los perros callejeros deambulan y la vegetación invade edificios sin ventanas y abandonados, cubiertos de escombros. Pripyat, localidad en la que vivían 50.000 personas en ese instante y que trabajaban principalmente en la planta, es ahora pueblo fantasma.

Sergiy Ivanchuk, director de giras SoloEast, explicó a la agencia Reuters que su agencia ha tenido un aumento del 30% en el número de turistas que iban a la zona este mayo, en comparación con el mismo mes de mayo del año pasado. Y las reservas en verano, durante los tres meses de junio, julio y agosto han aumentado aproximadamente un 40%.

Yaroslav Yemelianenko, director de Chernobyl Tour, dijo que esperaba un aumento similar de 30-40% debido al rápido impacto mediático de la serie. Su agencia ofrece un recorrido especial por muchos de los lugares que aparecen en la serie, incluido el búnker donde se produjo la decisión inicial de los funcionarios locales de no evacuar después de la explosión.

Los turistas salen de autobuses desde el centro de Kiev hasta Chernobyl, a unos 120 kilómetros, donde visitan monumentos a las víctimas y pueblos abandonados, y también almuerzan en el único restaurante de la ciudad. A continuación, pueden acercarse al reactor número cuatro, que desde el 2017 está cubierto por una gran cúpula de metal de 105 metros de altura que envuelve el núcleo explotado. El día termina con un paseo por el pueblo fantasma de Pripyat.