El exjugador internacional de baloncesto y presentador Juanma López Iturriaga (Inocente, inocente, Supervivientes, El rompecabezas, Flash, el juego de las noticias…) vuelve esta noche a la pequeña pantalla para ponerse al frente de Crush (23.00 h), un nuevo concurso por el que la primera cadena estatal apuesta para pasar el verano. De hecho, es una apuesta de largo recorrido, ya que esta producción de TVE, en colaboración con Mediapro y Phileas Productions, dormía el sueño de los justos en un cajón desde hace casi un año: ya se anunció en el mes de septiembre del pasado 2017.

En cada entrega, dos famosos ayudarán a conseguir los 30.000 euros en juego a los participantes, que «deberán elegir las respuestas correctas» -sobre preguntas de cultura general- para evitar ser «sepultados» bajo unas cajas fuertes gigantes, según explica en una nota RTVE.

Los cómicos Joaquín Reyes y Goyo Jiménez serán los primeros invitados del programa, en el que irán participando a lo largo de las próximas entregas personajes populares como Mario Vaquerizo, Bibiana Fernández, Secun de la Rosa o Gemma Mengual, entre otros.

Dichos equipos estarán formados por miembros de la misma familia o compañeros de trabajo, incluso por amigos que comparten aficiones o se dedican al mismo negocio. Criadores de cerdos, un profesor de baile y sus alumnos, aficionados a un determinado club de fútbol… Todos están dispuestos a ser aplastados para conseguir el premio final. Para ello, deberán elegir las respuestas correctas para no acabar sepultados bajo las gigantes cajas fuertes de Crush, «el concurso donde la pasta te aplasta», como aseguró TVE en una comunicado.

Una de las notas diferenciadoras del concurso se encuentra en la posibilidad de retornar del Limbo, el lugar donde acaban los concursantes aplastados. Desde allí, podrán animar a sus compañeros de equipo u optar al comodín de la reanimación para volver al juego.

Crush cuenta con un plató circular de 1000 metros cuadrados, 200 personas entre el público y 5 cajas fuertes con pesadas estructuras de metal que amenazan con caer sobre los participantes que se equivocan al elegir la respuesta. Es, sin duda, un concurso pensado a lo grande. Sobre un plató 360º sin elementos que limiten el 100% de visión del que disfruta el público desde las gradas y el espectador desde casa, se sitúan cámaras especiales robotizadas como la travelling cam o la skycam que recorrerán el plató. La alta tecnología también se aplica al movimiento de las cajas fuertes, que sobrevuelan las cabezas de los concursantes hasta caer sobre ellos de forma controlada.