Una española (Verónica Sánchez), una argentina (Lali Espósito) y una cubana (Yany Prado) llevan las riendas de Sky rojo, la serie de Netflix en la que los creadores de La casa de papel proponen una frenética persecución a la caza de estas chicas que se han escapado de un club de alterne capitaneado sin piedad por Romeo (Asier Etxeandia) y sus secuaces (Miguel Ángel Silvestre y Enric Auquer). Es pura acción y entretenimiento con estética pulp y humor negro, pero con un trasfondo social muy sórdido y duro: el de la explotación sexual. Se estrena este viernes 19 de marzo.

Sus personajes, Coral, Wendy y Gina, son víctimas porque están atrapadas en el mundo de la prostitución. Pero en su huida demuestran que saben defenderse.

Yany Prado: Entre las tres encuentran esa valentía para enfrentarse a lo que sea y huir del club Las Novias y del maltrato psicológico y físico que ejerce Romeo Asier Etxeandia sobre ellas.

Lali Espósito: Lo paradójico es que esa valentía sale de manera inesperada. Ninguna de ellas se junta con las demás para decir: vamos a huir hacia un mundo feliz. El mundo ya era una mierda para ellas, ya estaban enterradas en un universo superoscuro. Y lo emocionante de esta serie y de estos personajes es que su fuerza sale del que no se quiere ahogar, del que busca sobrevivir. Lo inesperado es lo que las vuelve superinteresantes.

La serie es puro entretenimiento, pero con un trasfondo muy oscuro, el de la explotación sexual. ¿Fue difícil combinar ambas cosas?

Verónica Sánchez: Lo más potente que tiene Sky rojo es ser capaz de denunciar un tema tan terrible envuelto en una pátina de color, purpurina, tacones y armas. Se espera que una serie que aborda ese tema esté contada desde el realismo social, pero Sky rojo se ha propuesto llegar a muchísima más gente utilizando el entretenimiento y la acción. El mensaje va a calar mucho más porque, cuando te estás divirtiendo, te pega un golpetazo en el estómago y te quedas helado con lo que acabas de ver. A lo mejor es un tema al que no quieres mirar de frente y si estuviera contado de otra forma ni siquiera le abrirías la puerta.

Lali Espósito: Yo admiro a la gente que se la juega, que no va a lo obvio, sino que intenta ir al contrapunto. Álex Pina y Esther Martínez Lobato se la han jugado con algo diferente, que llama la atención pero que no deja de contar lo que está contando. Espero que dentro de un tiempo Sky rojo sea un ejemplo de una nueva manera de abordar problemáticas que suelen ser difíciles de contar.

Yany Prado: La serie es muy original, con mucha acción, un texto emotivo, humor negro... El tema principal es muy fuerte, pero está contado de una manera que atrapa.

Los creadores de Sky rojo explican que se documentaron con casos reales para sus personajes, pero que tuvieron que rechazar muchas de esas historias por lo duras que eran. ¿Les llegaron a ustedes esos testimonios?

Yany Prado: Obviamente conocíamos el tema de la explotación sexual, pero nos mandaban testimonios para sensibilizarnos más. Cada una tuvimos nuestra manera para llegar a los personajes poco a poco.

Coral, el personaje de Verónica, es la que tira del carro. Pero es una líder poco convencional, una yonqui que solo piensa en drogarse.

Verónica Sánchez: Siempre nos reíamos cuando yo proponía un plan y ellas me seguían. Yo pensaba: ¿Pero por qué siguen a la más tóxica de las tres, la que toma las peores decisiones? Coral es muy misteriosa, no sabes ni siquiera por qué ha llegado al club. Nosotras definimos el trío como si Coral fuera la cabeza, Wendy la fuerza y Gina el corazón. Pero esta cabeza esta siempre aturdida con el alcohol, los sedantes veterinarios y las pastillas que se toma!

Lali Espósito: Pero la existencia de Coral es parte de la valentía del guion. Es una protagonista totalmente diferente a lo que te esperas. No es la salvadora de nada, es una yonqui y una tipa absolutamente rota.

¿Les consta que los creadores buscaran explícitamente a una argentina y una cubana para los personajes de Wendy y Gina?

Lali Espósito: Yo lo que sé es que Wendy, a priori, era colombiana. A mí me llegó por casualidad este casting cuando ya estaba muy avanzado y habían visto a algunas colegas mías argentinas, así que tuve mucha suerte de que me eligieran. Me vieron cantar en unos premios y luego descubrieron que también actuaba, así que me propusieron la prueba. Después, por suerte, cambiaron la nacionalidad de Wendy en el guion.

Yany Prado: Yo hice el casting porque querían a una latina. Desde que leí el guion me enamoré de Gina, se me hizo muy tierna, la quería abrazar, arrullar como si fuera una niña pequeña... Creo que eso me sirvió para que me cogieran.