El grupo francés tiene previsto que para el 2024 todos los vehículos fabricados por Opel en Europa tendrán su versión eléctrica junto a los motores convencionales de combustión interna. En el 2020 Opel debería tener ya cuatro de estos modelos en el mercado, incluyendo un ‘Grandland X’ enchufable y un Opel ‘Corsa’.

Una buena parte de los ahorros de Opel vendrán como consecuencia del uso de las plataformas del grupo PSA, tanto la CMP como la EMP2, que se implementarán en todas las plantas. Para 2024 Opel pasará de nueve plataformas a usar solo dos. También se pasará de 10 a solo 4 familias de motores, que serán de PSA.

El nuevo plan estratégico PACE! contempla que la llegada de Opel al grupo PSA permita generar unas sinergias de 1.000 millones de euros en el 2020 y de 1.700 millones de euros en el año 2026. Opel quiere reducir el coste de fabricar automóviles en 700 euros por vehículo y ser rentable produciendo alrededor de 800.000 vehículos al año.

El cuartel general de Opel en Rüsselsheim se convertirá en un centro de investigación y desarrollo para todo el grupo PSA, centrado en materias como la pila de combustible (vehículos alimentados por hidrógeno), la conducción autónoma o el desarrollo de asistentes a la conducción de nueva generación.

Aunque tanto Tavares como Lohscheller se comprometieron ayer a no cerrar ninguna planta en Europa, dejaron abierta la puerta a las bajas voluntarias y a las jubilaciones anticipadas en el grupo, que atraviesa una situación «dramática», según el presidente de PSA. Los recortes se irán aplicando planta por planta.

Una forma de conseguir rentabilidad es llegar a más mercados. De esta forma, el plan contempla comercializar los productos de Opel en 20 nuevos mercados como el chino para el año 2020. También se plantea explorar la posibilidad de lanzarse a la exportación de coches al otro lado del charco, en países como Brasil.