El 11,6% de los padres aragoneses que lo necesitan no puede hacer frente total o parcialmente a la compra de gafas, audífonos, aparatos dentales u ortopedia que sus hijos necesitan. Así lo recoge el informe La infancia en Aragón 2017 elaborado por Unicef y encargado por las Cortes de Aragón que fue presentado la pasada semana en La Aljafería. El dato es solo un ejemplo, según el colectivo, de la «alarmante» situación en que se encuentra actualmente la infancia aragonesa. De hecho, la comunidad es la segunda autonomía con mayor desigualdad entre los menores.

Entre las causas se apunta el hecho de que entre los hogares con menores ingresos predominan las familias con hijos, mayoritariamente de origen extranjero, debido al trabajo «precario» y los bajos salarios, expone Unicef. Y esta dificultad en el último año para hacer frente al desembolso de gafas, audífonos o aparatos para los dientes u ortopédicos se acentúa entre estos colectivos. Así, el informe expone que la proporción se dobla entre los padres extranjeros (21,2%), los que tienen tres o más niños (20,3%) y aquellas familias que no tienen en casa ningún miembro con trabajo retribuido (31%).

OTROS APARTADOS

«Estos son aspectos importantes para la salud de los niños que no están cubiertos por el sistema público y que deben ser asumidos por las familias, lo que supone un reto a veces insalvable en especial para las más vulnerables», expone Unicef.

La preocupación transmitida por la organización también se muestra en otros apartados, como la vivienda. Así, el 91,7% de los entrevistados (el estudio se realizó a 1.300 padres de alumnos de Primaria, además de a 1.500 jóvenes de entre 12 y 16 años) cuenta con agua caliente, si bien casi el 8% dice que no la puede utilizar siempre que la necesita, lo que es mucho más frecuente entre los padres de origen extranjero (20%) frente a los españoles (5,2%). Tampoco puede hacerlo el 22% de las familias que declaran ingresos menores a mil euros al mes. Ni el 9,8% entre los que superan esa cantidad mensualmente. Solo el 13,8% de los padres manifestaron que su vivienda tenía algún problema de goteras, humedades o podredumbre. La tasa de respuestas afirmativas era el doble entre las familias de origen extranjero (36,1%) y entre quienes ingresaban menos de 600 euros netos mensuales (35,6%)

El 9,1% de las familias con niños en casa que no puede permitirse mantener una temperatura adecuada de su vivienda (en especial durante el invierno) en lo que se denomina la pobreza energética. La proporción es mucho más alta entre los padres de nacionalidad extranjera (28%), los que tienen tres o más niños (23,7%) o los que declaran ingresos mensuales netos por debajo de los 600 euros, entre los que alcanza un 40%.

Además, el 26% de las familias no puede permitirse salir de vacaciones, es decir, una de cada cuatro debe renunciar a ellas. Aunque la proporción se eleva al 46,6% en las familias con padres extranjeros, 42,7% entre los que tienen tres niños o más y el 61,8% entre los que ganan entre 600 y 1.000 euros al mes.

Como expone el informe de Unicef, «en la educación y en el desarrollo de los niños hasta los 18 años juegan un papel importante los medios tecnológicos e informáticos y su acceso en el hogar casi siempre es positivo». En este caso las carencias detectadas anteriormente se repiten: únicamente el 14,4% de los padres con niños afirma no tener ordenador en casa, pero el porcentaje se eleva al 38,1% en las familias con padres de origen extranjero, el 30,2% en los hogares donde hay 3 hijos o más, y el 57,4 % en aquellas con menos de 600 ingresos al mes. Por otro parte, solo el 10,4% de los padres aragoneses declara no tener conexión a internet en casa, pero esta proporción sube al 22,9% en las familias de padres origen extranjero, el 21,6% en los hogares con 3 niños o más y el 42,6% para las familias de menos ingresos, «lo que debe entenderse como preocupante en un mundo donde cada vez más contenidos educativos se basan en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y evidencia la existencia en nuestra comunidad de una marcada brecha digital», indica Unicef.

La desigualdad en este ámbito puede suponer «una marcada diferencia de oportunidades entre los niños y niñas con y sin acceso a las TIC, a herramientas de aprendizaje y a contenidos educativos», incide el estudio.