El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas tendrá que imputar 1.500 millones extra al déficit del 2013 por contratos de Cataluña y el Ayuntamiento de Zaragoza del año 2015, aunque sigue confiando en alcanzar el objetivo del 4,2% pactado con Bruselas. La construcción del tranvía en la capital aragonesa ha sido la causa del incremento del gasto en el Ayuntamiento de Zaragoza, que corresponde a un importe total de 200 millones. La cifra era conocida, pero la novedad es que irá directamente al déficit del Estado del 2015 tal y como han decidido las autoridades estadísticas nacionales y Eurostat, porque han creido "más idónea" la imputación de los gastos de estos contratos en el ejercicio del 2015, al no haber sido hasta este año cuando se han conocido los contratos.

Según explicó ayer el Ministerio de Hacienda, y ya había corroborado antes el Banco de España, se registraron inversiones públicas de diversos contratos de colaboración público privada firmados en años anteriores por Cataluña y el Ayuntamiento de Zaragoza y de los que Hacienda no tuvo conocimiento hasta el presente ejercicio. A raíz de esto Hacienda ha decidido abrir una auditoría a todas las comunidades autónomas y corporaciones locales para comprobar las cuentas e investigar si pudieran existir más gastos ocultos.

Esta decisión del Ministerio de Hacienda de cargar el gasto al déficit del Estado del 2015 repercute también en la ratio de deuda municipal. Y es que el dinero que en un principio se había computado a la sociedad de Los Tranvías en realidad lo debe el ayuntamiento de la capital aragonesa, por lo que su deuda aumenta a 1.000 millones de euros --en lugar de los 800 que se habían contabilizado--. Así, según los cáculos, el déficit alcalzaría el 140%, un 20% más del que se había contabilizado.

Ahora, estas cifras repercutirán todavía más negativamente en las cuentas municipales ya que obligará al ayuntamiento a pagar un tipo de interés más alto cuando haya que renegociar con los bancos. Esta situación es la que Fernando Rivarés, concejal de Economía, tendrá que hacer frente en un consistorio que por el momento no sabe si recaudará más a partir de los impuestos como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), ya que los grupos todavía no han llegado a un acuerdo para aprobar las ordenanzas fiscales.

La comunidad catalana también habría ocultado un gasto de 1.318 millones de euros que el Estado imputó al último año contable abierto (2013). Con la nueva modificación de gasto, el déficit catalán del 2015 pasa a situarse automáticamente en el 1,4% del PIB en lo que va de año. El ministerio informó de estos hechos después de que Eurostat haya revisado sus datos sobre España, que cerró el 2014 con un déficit del 5,8% de su PIB, excluida la ayuda pública destinada a la banca, y con un 5,9% si se incluye ésta en el cálculo, así como con un nivel de deuda pública del 99,3%.