Seis de cada 10 médicos apoyan un cambio de la ley actual "para permitir a los enfermos pedir y recibir el suicidio asistido por un médico y/o la eutanasia activa", según la última encuesta efectuada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El apoyo a la aplicación de "un tratamiento que controle el dolor aunque tenga como efecto secundario la muerte", la denominada eutanasia pasiva, recibe un apoyo generalizado.

En la encuesta, encargada por el Gobierno del PP en el 2003, una aplastante mayoría de los facultativos cree que un correcto empleo de cuidados paliativos (tratamiento del dolor) no es suficiente para resolver "todas las situaciones de eutanasia", por lo que debe hacerse un cambio legal. Los médicos consideran que la mayoría de la sociedad comparte su opinión.