El sedentarismo se ha convertido en un grave problema entre la población joven de Aragón. El 74% de las chicas de 16 años no realiza ninguna actividad extraescolar física que complemente las dos horas semanales de gimnasia en los institutos, porcentaje que en los chicos supone el 46,6%. Los efectos sobre la salud son evidentes y conllevan, entre otras cosas, que enfermedades de los adultos aparezcan ya en los más jóvenes.

"Yo lo llamo el enemigo silencioso. El 40% del cuerpo humano es tejido muscular, que tiene la finalidad de moverse, interaccionar, contraerse... pero la sociedad ofrece ahora muchas posibilidades de interacción sin movimiento, lo que repercute en la salud", afirma José Antonio Casajús, médico especialista en medicina del deporte y profesor titular de la Universidad de Zaragoza que forma parte de un núcleo investigador sobre salud y ejercicio físico.

El panorama en Aragón es desolador en el caso de la población joven, que por su característica de ser los adultos del futuro centra gran parte de la preocupación social y de los estudios de investigación. De hecho, es a partir de los 14 años cuando en ambos sexos se evidencia un descenso progresivo en la práctica de ejercicio físico que complemente la gimnasia obligatoria impartida en los centros educativos. Y aunque afecta a chicos y chicas, éstas últimas son las más perjudicadas.

A los 14 años el 34% de los chicos no practica deporte federado (se usa este término, porque a partir de esa edad, la mayor parte de actividades físicas están federadas). El porcentaje sube al 46,6% a los 15 años y sigue en esa cifra a los 16 años. Mientras, las chicas de 14 años que no realizan deporte es el 49,4%. A los 15 sube al 68,7% y a los 16 se incrementa hasta el 74,6%. Son datos recogidos en la tesis doctoral de José Antonio Ferrando Roquetas, dirigida por Casajús.

Antes de esa edad, y según matiza el propio Casajús, son mayoría los chicos y chicas que realizan ejercicio físico complementario al escolar. Y aunque hay algunos porcentajes de inactividad significativos (el 33,3% de las chicas de 11 años no realizan ejercicio, cifra que sube al 35,1% en las de doce años), las subidas y bajadas intermitentes hacen que no se pueda establecer una dinámica clara y sistemática hasta pasado ese grupo de edad.

Desde la Federación de Asociaciones de Padres de Aragón (Fapar) también han constatado el incremento de la pasividad en la adolescencia. "Es a partir de los 14 años cuando chicos y chicas dejan de interesarse por el ejercicio físico", indica Teresa Paniello, su presidenta.

El preocupante panorama que dibujan las cifras sobre sedentarismo en Aragón va acompañado de un complejo conjunto de porqués. "Existe por una parte un problema de educación y de interiorización de la importancia del ejercicio físico: Los adultos saben que es importante, pero no lo practican. Esto de por sí ya es un mal ejemplo para niños y jóvenes, porque no tienen ese estímulo en casa", afirma Casajús, que añade: "Y no es que haya que responsabilizar sólo a los padres, porque a ellos también les influyen otros factores, como el desarrollo urbano, que favorece poco el ir en bici o el pasear". Desde Fapar, Paniello destaca la atracción que los medios audiovisuales ejercen sobre gran parte de los jóvenes, de forma que la televisión, los ordenadores y las videoconsolas ocupan un lugar importante en el tiempo libre de los adolescentes, así como el salir por bares.

"Además, estamos en una sociedad en la que queremos que nuestros hijos hagan idiomas, toquen algún instrumento... y al final del día resulta que no han tenido tiempo para moverse", señala Luis Moreno, pediatra y profesor titular de la Escuela de Ciencias de la Salud.

En cualquier caso, el problema del sedentarismo no afecta sólo a los jóvenes. Según una encuesta del CIS del 2000, el 67% de la población adulta aragonesa es sedentaria.