El 82% -7 millones de euros- de los 8,5 que Aragón invierte en investigación cada año se dedica a la realización de ensayos clínicos y es de origen privado, en concreto, de empresas farmacéuticas. El resto -1,5 millones- proviene fundamentalmente de convocatorias públicas competitivas.

Porque, como expone el Plan de Salud 2030, la investigación que se realiza en Aragón es fundamentalmente «sobre medicamentos» y está financiada por la industria farmacéutica. Del resto, la mayor parte está dirigida a las enfermedades y el proceso asistencial. Ambas se realizan en hospitales fundamentalmente y, sobre todo, en el Miguel Servet y el Clínico, ambos en Zaragoza. «Por el contrario, la investigación sobre salud, determinantes o desigualdades en salud, o de repercusión de todo tipo de políticas sobre la salud es muy reducida», lamenta el texto.

El documento también detecta la «dispersión del esfuerzo de la financiación de la investigación», lo que «facilita que los grupos puedan tener menos recorrido o proyección».

Asimismo, denuncia los «insuficientes» recursos humanos en algunos grupos de investigación y la inexistencia de un «sistema formal de evaluación» de la contribución social de este sector, así como la «fragmentación» de estos grupos «lo que hace mucho más difícil la investigación de excelencia». «No existen convocatorias específicas para la financiación de grandes infraestructuras, lo que también reduce la capacidad competitiva», señala.

Además, el plan considera «compleja y poco flexible» la normativa actual para la gestión de la investigación.