La mayoría de los municipios y entidades locales vienen reivindicando hace tiempo que han hecho los deberes con Hacienda y los números les dan la razón. Según los datos de contabilidad nacional, el 97% de los entes aragoneses cumplió en el ejercicio del 206 con los objetivos de estabilidad fijados por Bruselas y el Ministerio de Hacienda. Esto es un acicate para ellos, que además en la mayor parte de los casos cerraron sus cuentas con un superávit que ahora reclaman poder invertir en infraestructuras necesarias para sus respectivas poblaciones. El montante global del superávit es de 5.000 millones sumando todas las entidades locales del Estado (más de 7.603 contabilizados por Hacienda, sumando municipios y otros núcleos de población). La suma del superávit de los municipios aragoneses supera los 200 millones de euros.

Tras meses de intenso debate y presión desde los municipios, la oposición y la FEMP, Hacienda ha flexibilizado su férrea postura y se ha comprometido a autorizar la reinversión de ese superávit en determinadas infraestructuras que tengan rentabilidad social y no vuelvan a ahogar a las arcas de los consistorios. Algo que vendrá muy bien tras meses de sequía inversora y mucho más en plena precampaña electoral, cuando todos los gobiernos municipales querrán demostrar que su gestión ha sido positiva. No solo en los números, sino también en los hechos tangibles.

CIERRE DE LIQUIDACIÓN / La realidad es que los ayuntamientos en los últimos tres años han hecho un notable esfuerzo para compensar su balanza de ingresos y gastos hasta el punto de que esta se ha compensado tras años de incontables pérdidas. De este modo, según los datos de la Secretaría de Estado de Hacienda al cierre de la liquidación de los presupuestos del 2016 contando los ajustes de contabilidad nacional comunicados por cada entidad.

De este modo, hubo 14 núcleos en la provincia de Huesca que no cumplieron con los objetivos de estabilidad presupuestaria, según Hacienda: Ansó, Argavieso, Ayerbe, Canfranc, Estada, Fraga, Lascuarre, Montanuy, Pozán de Vero, Robres, Salillas, Senés de Alcubierre, Torralba de Aragón y Torres de Barbués. El resto de entidades, 249, sí cumplieron en ese ejercicio según el ministerio de Hacienda.

En el caso de la provincia de Teruel, tan solo 4 de un total de 268 núcleos incumplieron según los datos gubernamentales. Estos fueron Blancas, Vinaceite, Torrecilla de Alcañiz y Valdecuenca.

También fueron 4 los entes incumplidores en la provincia de Zaragoza, de un total de 301. En este caso fueron Aguilón, Isuerre, Luesma y Rueda de Jalón.

BUEN RESULTADO / Con todos estos datos, se demuestra que prácticamente la totalidad de localidades han cumplido con los objetivos marcados, ajustando sus cuentas en los últimos cinco años y empleando parte del superávit de los últimos ejercicios en amortizar la considerable deuda acumulada.

Especialmente significativo es el ejemplo de la ciudad de Zaragoza, la más poblada de Aragón y la que arrastraba una considerable deuda. En los últimos tres año esta se ha reducido notablemente.

Esta situación llega en un momento en el que además se reivindica --aunque en realidad el debate lleva más de una década vigente-- una nueva ley de Haciendas Locales que dote a los municipios de una adecuada planificación financiera. En estos momentos, el 63% de los ingresos de los consistorios son a través de recursos propios, y el resto llega a través de transferencias autonómicas y estatales anuales. Sin embargon, no parece que esta se vaya a abrir próximamente, ya que el Gobierno se ha marcado como prioridad el debate del modelo de financiación autonómica y, por el momento, este va con mucho retraso, ante las irreconciliables posturas que mantienen las diversas comunidades autónomas entre sí.