"A esto no hay derecho. Tengo la casa levantada y agujereada, sin calefacción y llena de humedades en el suelo y de moho en las paredes. Gracias a Dios que mis padres viven enfrente, porque nadie me ha pagado ni un euro para comer fuera o dormir en un hotel. Entramos a vivir en el Pilar y el 5 de noviembre apareció el problema. Ya ha pasado demasiado tiempo. No puedo más". Eva Esteban no tiene ganas ni de llorar mientras recorre junto a su hijo, de tan sólo 18 meses, las distintas habitaciones de su piso de Santa Isabel. "Ahora sólo espero que mi hijo no se coja ninguna pulmonía". Porque esta familia se ve obligada a usar su vivienda para dormir.

Su caso es de los más graves de la urbanización Jardines de Candala, una construcción de más de 700 viviendas --entre pisos y adosados-- que levanta, en diferentes fases, la promotora Fadesa. "Es lamentable que tengamos que reservar 12.000 euros para acudir a un juzgado y a un gabinete técnico. ¿Cómo pueden entregar este piso y no dar soluciones?", se pregunta Tomás Esteban, padre de Eva.

"Tengo hasta un parte médico de mi hijo por lesiones, ya que se cayó del escalón que hay en la terraza, aunque la que yo compré no tenía dos alturas", añade Eva, que echó a los operarios de Fadesa que acudieron a su casa para encontrar el origen de las humedades porque "me han abierto el piso y no han encontrado nada"

Las deficiencias

La primera fase de adosados se entregó en mayo del 2003 y la última está previsto que finalice el próximo mes de enero. Unas viviendas nuevas cuyos propietarios se quejan de las "deficiencias graves" detectadas en este tiempo.

"El parqué está mal instalado y se ha levantado; las baldosas son defectuosas; existen filtraciones y fugas de agua en los garajes; son comunes los problemas de humedades; las puertas cortafuegos no son estancas; las fachadas están muy deterioradas, y los materiales y los acabados dejan mucho que desear", aseguran al unísono.

Esta situación llevó a las distintas comunidades de vecinos a presentar una reclamación ante la Dirección de Consumo del Gobierno de Aragón. "Es cierto que existe un expediente abierto, y que un inspector del Servicio Provincial acudió a comprobar la denuncia. Con Fadesa se ha llegado a una mediación, y la empresa se ha comprometido a subsanar todas las deficiencias detectadas en unos plazos estipulados", confirmó el director general de Consumo, Angel Luis Monge.

En la actualidad, y durante estas semanas de primeros de diciembre, las comunidades se vecinos están convocando reuniones para comentar el compromiso al que se ha llegado con Fadesa. "Hay que esperar y agotar todas las posibilidades antes de ir a los tribunales", asegura el administrador, José María Santer.

Sin embargo, algunos propietarios demuestran cierta impaciencia por acudir a la Justicia para subsanar los daños. "Nosotros hemos contratado por nuestra cuenta a un aparejador para que estudie las causas de los perjuicios que afectan a nuestras viviendas y presentar una demanda judicial", afirman otros afectados.

Un recorrido por la urbanización con algunos de los vecinos deja en evidencia, según éstos, el solar en el que presuntamente debía de haber ya una piscina; las baldosas abiertas y estropeadas de la zona peatonal debido al tránsito de los vehículos hacia el garaje; o cables eléctricos que destacan por las fachadas.

En cuanto a la promotora, Fadesa, se limitó a confirmar a este diario el compromiso adquirido.