Una novedad muy aplaudida que ha introducido este Gobierno es la recuperación como ministerio propio de la Cultura y el Deporte. En cualquier caso, esto oculta un transfondo más político que ejecutivo, ya que las competencias de ambas disciplinas están completamente transferidas y por tanto, más allá de tareas de coordinación entre comunidades, pocas son las atribuciones del Estado sobre estas materias en Aragón.

Pero hay una que es de vital importancia y que viene siendo muy reivindicada por Aragón desde hace tres décadas: es la activación definitiva del Archivo de la Corona de Aragón, una de las más importantes colecciones medievales de la Historia y cuya sede está en Barcelona. Este archivo se creó en enero del 2006, siendo los titulares de su gestión el Ministerio de Cultura y los cuatro gobiernos de las comunidades históricas de la antigua corona: Aragón, Valencia, Baleares y Cataluña. La constitución se hizo en plena polémica por el Estatuto de Cataluña, y se firmó a trancas y barrancas entre otras cuestiones por la presión ejercida entonces por el Ejecutivo autonómico del socialista Marcelino Iglesias. Desde esa fecha, y a pesar de las reiteradas exigencias desde Aragón, este patronato no solo no se ha vuelto a reunir, sino que Cataluña ha intentado apropiarse de competencias exclusivas sobre este fondo documental único en el mundo.

Màxim Huerta --quien será responsable del gasto del 1% cultural-- tendrá cerca a quién preguntarle sobre los avatares de este archivo, ya que la ministra que lo reactivó y firmó la constitución --aunque después se olvidó de él y nunca más convocó una reunión-- fue la entonces ministra Carmen Calvo, hoy vicepresidenta del Gobierno de Pedro Sánchez y ministra de Igualdad.