A pesar de los avances que ha habido en la A-23, el último tramo de este enlace con Francia sufre un considerable retraso. En concreto se trata de la N-330 que va de Jaca al túnel de Somport y la frontera francesa. Una vez descartado convertir esos 30 kilómetros en autovía, se optó por una vía de alta capacidad que contemplaría un tercer carril para favorecer los adelantamientos y descongestionar la carretera en casos de abundante tráfico. Sin embargo, no se ha invertido ni un solo euro en este proyecto y, lo que parece más grave, no hay visos de que se dote presupuestariamente con créditos suficientes este plan para poder avanzar y hacer que sea una realidad.

En una respuesta parlamentaria del Ministerio de Fomento al diputado de CHA por La Izquierda de Aragón, se confirmaba que este tramo tiene aprobado el estudio desde el 2008 pero todavía está pendiente la redacción del proyecto. Además, las partidas que se contemplan en los presupuestos son mínimas, 10.000 euros, y además, ni se ejecutan. Por este motivo, la formación nacionalista ha vuelto a reclamar las inversiones necesarias para que se acelere un proyecto que consideran complementario al paso ferroviario del Canfranero.

Esta carretera es de gran importancia turística para el valle del Aragón, pero además es una vía que también tiene su importancia estratégica y económica. De hecho, el tráfico se ha incrementado en los últimos diez años, pasando de unos 320.000 vehículos a casi 400.000. Alrededor de 300 camiones cruzan diariamente la frontera por el túnel de Somport.