Corren tiempos de adaptación para el comercio de Zaragoza, una ciudad inmersa en un desarrollo urbanístico --nuevos barrios-- que modifica las centralidades de compra. Los hábitos ya llevan años cambiando, con las grandes y medianas superficies asentadas y con una moratoria sobre las primeras que tiene todas las pintas de ser levantada en el 2005. Si la expresión el cliente es el rey significa algo más que marketing, hacia él se debe orientar el nuevo plan local.