Nadie escapa del calor y la clave está en la palabra prevención. Los efectos de las altas temperaturas se dejan notar en el cuerpo de todos los ciudadanos, quienes prácticamente deben adaptar su día a día al mercurio porque la salud no pasa inadvertida ante situaciones extremas.

En general, las temperaturas excesivas afectan desde un punto de vista sanitario más a las personas mayores, a los niños y a aquellas que tienen enfermedades crónicas. Y hay factores como determinados tratamientos médicos, trastornos de la memoria, enfermedades agudas o consumo de alcohol u otras sustancias que también se han descrito como de riesgo.

Sin embargo, aunque el plan de Aragón de prevención de los efectos del calor extremo sobre la salud se dirige, especialmente, a estos pacientes, la vulnerabilidad también es un factor social. De hecho, las personas que tienen menos recursos (con imposibilidad de refrigerar sus viviendas o acceder a sitios refrigerados), que sufren discapacidades, dependencia, aislamiento o marginación se enfrentan a los riesgos del sol.

EN LA MANO DE UNO MISMO

También aquellos trabajadores que realizan una exposición excesiva al calor por razones laborales, deportivas o de ocio. La adaptación del cuerpo a la situación es, por tanto, general.

Por este motivo, Salud Pública planifica una serie de actuaciones para evitar malas consecuencias. Así, el organismo realiza a diario una predicción de temperaturas; informa a la población; vgila la mortalidad y morbilidad; y mantiene una coordinación y alerta de servicios sanitarios y sociales constante.

Esto por parte de la dirección general, pero en la mano de uno mismo está seguir la recomendación de beber agua sin esperar a tener sed; evitar todo tipo de bebidas alcohólicas y las comidas calientes o pesadas; usar ropa apropiada, que sea ligera, no apretada, de colores claros y preferentemente de algodón, evitando la ropa sintética; utilizar sombrero o gorra para protegerse del sol y usar protección para los rayos solares. En este sentido, hay que aplicar la crema (con factor mayor al 15) unos 30 minutos antes de salir al sol y repetir la acción a menudo.