Del cheque guardería a los dos nuevos estadios

Diez puntos engloban el primer apartado del documento, titulado bajo el epígrafe de Ciudad Inclusiva. Un decálogo en el que caben desde los prometidos cheques guardería para la conciliación o rebajas fiscales a familias numerosas y monoparentales, a la reforma integral de La Romareda «sin coste económico para los zaragozanos» y basada en la colaboración público privada, o la construcción de un nuevo campo con 2.000 localidades de aforo para el C. D. Ebro y el Zaragoza Femenino. En este apartado, se ha introducido un texto idéntico al firmado con Vox en Andalucía sobre la defensa de los derechos del colectivo LGTBI, el más espinoso de sus desencuentros. También contempla actividades extraescolares en centros concertados, un plan para combatir la soledad no deseada de los mayores y otro contra la pobreza infantil, o un «acuerdo contra la violencia de género» y crear una Oficina de Vida Independiente.

Acabar con la URF y la paralización del tranvía

«Restituiremos la UAPO». Esta era una promesa que hace meses ambos hicieron y que no podía faltar, rebautizar como tal la actual Unidad de Refuerzo Flexible que solo quería ZeC. Se incluye en este mismo apartado en el que se asegura que paralizarán todos los proyectos relacionados con la línea 2 del tranvía y se rehará el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) aprobado por el Gobierno anterior en solitario. Junto a ello, se recoge la iniciativa del PP de implantar un bono de transporte para jóvenes. Junto a estas ideas fuerza se incluyen la puesta en marcha de un plan de «rescate» de los servicios, pero para reforzarlos y emprender acciones extraordinarias como un plan de poda y otro de limpieza y parques. También se comprometen a convertir a Zaragoza en referente de las smart cities, o impulsar programas para convertirla en una ciudad inteligente y crear un centro de empresas de I+D+i

Vehículo eléctrico y una operación urbana global

Un total de once medidas se incluyen en este apartado, que comienza con la puesta en marcha de una operación global de recuperación urbana en aceras, calzadas, mobiliario o polígonos industriales, y el impulso a una ordenanza sobre Accesibilidad Universal o el impulso a desarrollos urbanísticos en espacios desaprovechados. Otra de las propuestas estrella es el impulso al vehículo eléctrico con un plan estratégico para su promoción. También se incluye la elaboración de un Plan de Vivienda distinto o de un plan integral de residuos urbanos domésticos y comerciales. Además, pactaron hacer un plan director de la economía circular, otro sobre el uso de energías limpias y colaboración público privada para la producción de renovables, y un programa integral de mejoras en los tres ríos y el canal Imperial. En los barrios prometen crear unidades de proximidad urbanística y un plan de equipamientos.

Bajar impuestos y atraer la llegada de empresas

«Bajaremos los impuestos a los zaragozanos e impulsaremos una revolución fiscal para incentivar la creación de empleo y la actividad económica». Su apuesta es la de facilitar la atracción de la inversión privada. Otro de los apartados es la de realizar una auditoría de los últimos 16 años de gestión económica en el ayuntamiento, los que ha estado en manos de gobiernos del PSOE o de Zaragoza en Común, para conocer, como ya dijo la confluencia en el 2015 cuando entró a gobernar, la «situación real» del consistorio. Además de reforzar la intervención y contratación, y aumentar la lucha contra el fraude. Menos concreción se aplica en el punto que prevé un Plan de Atracción de Inversiones, que también aborda la busqueda de fondos nacionales e internacionales. Y, por último, dedica un apartado al pequeño comercio, al que le prometen rebajas fiscales y un plan de adaptación a las nuevas tecnologías.

Otro modelo cultural y unos Pilares diferentes

Su apuesta por expandir la imagen de Zaragoza a nivel internacional se fundamenta, dentro de este apartado, con la cultura, el turismo y un modelo de fiestas del Pilar, que plantean como respuesta a todas las demandas de ocio y con proyección al exterior. En este apartado incluye el acuerdo PP-Cs una docena de apartados distintos en los que, por ejemplo, defiende expandir un modelo turístico basado en las potencialidades de la ciudad (patrimonio, jota, la figura de Goya y Buñuel o la gastronomía), pero también el impulso a festivales o la apuesta por aumentar las conexiones del aeropuerto. Hereda la nueva marca Zaragoza te quiere, que permanecerá y se difundirá más, y apuesta por convertir a la ciudad en sede permanente de grandes certámenes culturales como los premios Forqué o, en la música, un festival de primavera. También apuesta por las recreaciones históricas, sobre todo la de Los Sitios.

Revisar las subvenciones y la ley de capitalidad

Ocho puntos cierran el último apartado, que encabeza la apuesta conjunta por revisar la ley de capitalidad, por reclamar las deudas pendientes a la DGA y la firma de un convenio para garantizar inversiones en el ciclo integral del agua que compense el ICA, que no aboga por eliminar. Y también en las relaciones con el Ministerio de Fomento, pedirá la revisión del convenio del AVE y el desarrollo de los proyectos pendientes (anulados por la abultada deuda que el consistorio aún está pagando en Zaragoza Alta Velocidad. Junto a esto se incluye un compromiso mutuo por revisar la política de subvenciones, porque consideran que hay «clientelismo». Junto a ello, garantizan transparencia en las áreas, una apuesta por simplificar la burocracia y las sociedades, y con la despolitización en el empleo público y mantienen los presupuestos participativos pero cambiarán el modelo de forma «radical».