El final del verano castiga otra vez al mercado laboral aragonés. El mes de agosto cerró con 8.043 afiliados menos por el cierre de la campaña agrícola y la estacionalidad propia de la temporada estival. La historia se repite. El del 2018 no ha sido el peor agosto de la historia de Aragón en materia de empleo, pero sí ha reducido drásticamente (-1,39%) las afiliaciones a la Seguridad Social hasta dejar el número de ocupados en 570.683, muy lejos de los casi 600.000 que se alcanzaron en mayo del 2008. Precisamente, en septiembre de ese año se alcanzó la mayor destrucción de empleo, con más de 16.000 trabajadores menos debido a la conclusión de la Expo de Zaragoza. Pese a todo, los datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social reflejan un incremento de 12.630 afiliados en Aragón respecto a agosto del pasado año (+2,26%).

Agosto también supuso un incremento del desempleo en la comunidad en 1.664 personas (+2,74%), principalmente en el sector servicios que llevó a 1.275 trabajadores a las oficinas del Instituto Aragonés de Empleo (Inaem). La industria sumó 285 parados (+4,07%) y la agricultura otros 173 (+5,73%). El paro también aumentó en la construcción en 108 personas, es decir, el 2,82% más. Únicamente el colectivo sin empleo anterior permitió maquillar algo los datos al restar 177 parados a la cifra total de desempleados.

La consejera de Economía y Empleo, Marta Gastón, enmarcó el deterioro del mercado laboral en la estacionalidad propia de los meses de verano. Es la «tónica» de agosto, dijo. Desde el año 2000 solo bajó el número de desempleados en el octavo mes del año en el año 2003, recordó la consejera, que aludió al fin de la campaña agrícola y a la «marcada estacionalidad» del turismo en Aragón, un sector que representa casi el 7% del PIB. Pese a ello, quiso remarcar que la comunidad acumula un descenso interanual del paro del 8,15%. En cifras absolutas se trata de 5.541 parados menos que en agosto del 2017, el 68,2% de los cuales corresponden a parados de larga duración, lo que, a juicio de la consejera, demuestra que las políticas activas de empleo funcionan en la comunidad.

A finales del mes de agosto, el 51,23% del total de parados en Aragón, es decir, 32.004 de los 62.470, percibía algún tipo de prestación en la comunidad aragonesa.

CONTRATACIÓN Y SALARIOS

Sin embargo, el Ejecutivo aragonés tiene ante sí otra tarea complicada: reducir la precariedad laboral. En agosto solo el 7,98% de los contratos firmados fueron indefinidos frente a más del 92% de temporales. El mes pasado se firmaron en Aragón un total de 51.727 contratos, 12.676 menos que en julio (un 19,68%). En lo que va de año, se han formalizado 428.020 acuerdos laborales en la comunidad, el 9,98% indefinidos (42.695) y el 90,02%, temporales (385.325).

Para CCOO Aragón, el modelo productivo actual está «obsoleto» y se basa en «servicios productivos de bajo valor». El sindicato también denunció que el empleo que se crea es «precario, con salarios muy bajos y sujeto a las fluctuaciones estacionales». Mientras, desde UGT Aragón, se incidió en que el aumento del consumo interno, ligado a las alzas salariales pactadas debe sustituir algunos de los factores exteriores que hasta el momento han sido favorables.

Desde la patronal CEOE Aragón creen que el aumento del paro refleja la desaceleración progresiva del mercado laboral y la moderación del crecimiento económico, aunque consideran que la situación «no es alarmante».