El Ejecutivo autonómico se fue de vacaciones hablando de números, sobre todo del déficit, y en el inicio del curso --más bien calentamiento-- la vida política aragonesa sigue igual. O peor. Porque el agujero, a medida que se van conociendo las tripas del presupuesto del 2014, no deja de aumentar. El portavoz del Pignatelli, Vicente Guillén, lo cifró ayer en 742 millones, cuando en julio las estimaciones apuntaban a 600. La consejería de Hacienda está ya preparando para septiembre una modificación de crédito de unos 211 millones para poder pagar nóminas, y habrá retenciones --partidas que no se ejecutarán-- en todas las consejerías.

Estas medidas figurarán en el plan económico financiero que Aragón presentará ante el Ministerio de Hacienda. El objetivo del Gobierno de Javier Lambán es recobrar la senda del cumplimiento a partir del próximo ejercicio. Este se da por imposible. La comunidad sobrepasará el límite del déficit, como ya ha hecho, por otra parte, en los últimos años. El pasado fue en 591 millones (1,78%) y este será aún peor.

El déficit en Sanidad se cerrará, previsiblemente, en 497,2 millones. El agujero en las facturas es de 338 millones; en farmacia de 83,7 millones y en personal de 75,4 millones. Son los datos que ofrece la consejería de Hacienda; estima que hay 63 millones que faltan en gastos de personal en Educación y 15,4 millones de la enseñanza concertada. En dependencia se han desembolsado ya 16,5 millones más de los previstos. El desfase total es de 592 millones. Son gastos que se han hecho sin soporte presupuestario.

A ello hay que sumar que faltan 150 millones de euros en los ingresos. Es decir, el anterior Ejecutivo previó que le llegarían unos fondos, sobre todo vía impuestos, que finalmente no han entrado en las arcas públicas, y que por lo tanto agrandan el agujero de los 592 millones a los 742.

El Ejecutivo espera frenar la sangría con retenciones de crédito que afectarán a todas las consejerías y con las que se recortará el gasto. Los ajustes no afectarán, explicaron ayer desde el Pignatelli, ni a los servicios sociales ni a las medidas anunciadas por el presidente del Gobierno, Javier Lambán, en el debate de investidura. Eso no quita, aclararon, que en educación o sanidad puedan eliminarse partidas, como las de divulgación, que no repercuten directamente en la calidad de los servicios.

Todas estas medidas afectan a un presupuesto, el del 2014, que no es del actual Gobierno, sino que es herencia del anterior de Luisa Fernanda Rudi (PP). El nuevo Ejecutivo está ya pensando en las cuentas del próximo ejercicio que tiene previsto llevar a las Cortes en otoño, con el objetivo

de que sean aprobados en los plazos estipulados en el Estatuto. Mientras, todos los consejeros comparecerán en el Parlamento durante septiembre para explicar las líneas que guiarán su acción en los próximos cuatro años. Las fechas y orden de asistencia a la Cámara podrían quedar fijadas hoy misma en la Mesa y Junta que se celebrarán.