"Ya se va notando mucho más equilibrio que otros años atrás en el tema de las contrataciones taurinas. Poco a poco los ayuntamientos se van adaptando a los presupuestos y tienen mucho más criterio, lo que se hace se paga. En 2010 y 2011 hubo mucho descontrol, ahora trabajan con un criterio más consecuente. Se siguen demandando recortadores y encierros pero hay que entender que la ganadería es una cosa muy lenta con gastos adicionales. Nunca se sabe lo que se va a ingresar, hay gastos que vienen sin darte cuenta y las contrataciones no son fijas, pero este año estamos contentos, aunque siempre se puede mejorar".