Como en el Día de la Guardia Civil, el desafío soberanista catalán restó protagonismo en la celebración del Día de la Policía Nacional que organizó la Jefatura Superior de este cuerpo en Aragón. La ausencia del alcalde zaragozano, Pedro Santisteve, que estaba en un acto en Valencia, rebajó la tensión -en el acto de la Benemérita recibió una ensordecedora pitada ciudadana-, si bien el delegado del Gobierno en la comunidad, Gustavo Alcalde, no pisó el freno y realizó un discurso contrario a los independentistas que fue interrumpido por aplausos. Recordó el acoso sufrido por los agentes desplegados en Cataluña y señaló que «el odio a lo español» responde a la «propaganda nazi». «Se empieza adoctrinando en la escuela para después inculcar el fanatismo y sacando a los niños en manifestación, en horario lectivo», lamentó.

Alcalde aseveró que la «farsa secesionista está dando sus últimas bocanadas», dado que el Consejo de Ministros aprobará hoy las medidas «oportunas para proteger el interés general de todos los españoles y restaurar el orden constitucional en Cataluña». «El Estado de Derecho no va a permitir la ruptura de España», defendió Alcalde, quien atisbó que «saldremos fortalecidos colectivamente porque España es mucha España, incluida Cataluña».

También pidió que se tenga confianza en el Estado de Derecho «que ya ha buscado alojamiento a los dirigentes de Omnium Cultural y la Asamblea Nacional Catalana, que ya están en la prisión de Soto del Real». Por su parte, el jefe superior de la Policía en Aragón, José Ángel González, se dirigió a sus agentes y les animó a «seguir trabajando por bajar la criminalidad, sin personalismos y con honestidad».

Durante el acto se impusieron 59 cruces al mérito policial. Con distintivo rojo al comisario jefe de la Brigada de Información, Antonio Rúa; de color blanco resaltaron los inspectores de los grupos de Robos y Homicidios, Fernando Sánchez y Marco Antonio Navarro; la directora general de Justicia, María Ángeles Júlvez y la magistrada Mercedes Terrer.