La derecha en Zaragoza, por primera vez en 16 años, sumaría una mayoría suficiente para acabar con los gobiernos de izquierda de las últimas cuatro legislaturas. La victoria aplastante de Pilar Alegría (20.000 votos de diferencia con el segundo, el PP), es insuficiente para lograr un pacto de izquierdas y ahora, si quiere ser alcaldesa, necesitará forzosamente tener a Ciudadanos (Cs) como aliado. En una corporación en la que tendrá 10 concejales, remontando desde los seis que tenía y alcanzando un 27,68% de los sufragios, el desplome del resto de fuerzas progresistas le harán depender de la formación naranja o seguir en la oposición. El vuelco se lleva por delante a CHA, que desaparece por primera vez del pleno del ayuntamiento de la capital aragonesa, y se traduce en una caída en picado del actual alcalde, Pedro Santisteve. Zaragoza en Común (ZeC) pasará de 9 a 3 concejales tras perder casi el 60% de los votos que obtuvo en el 2015 para alcanzar la Alcaldía.

Una noche agridulce para el PSOE, que quizá no esperaba un resultado tan flojo de Podemos-Equo en su estreno con candidatura propia, o semejante varapalo del actual Gobierno de ZeC. Pero siendo la lista más votada en la ciudad, al menos le da la iniciativa de tomar la delantera a un PP que, si Cs no se pone de su lado, pondría la Alcaldía en manos del conservador Jorge Azcón, que remontó el golpe de las generales y, pese a perder más de 16.000 sufragios respecto al 2015, por fin tiene una opción de tomar el bastón de mando. Eso sí, con solo ocho concejales (tenía diez).

El papel de Sara Fernández, candidata de la formación naranja será crucial y, en cierto modo, se convertía en la gran vencedora de la noche. Sus pocos más de 40.000 votos del 2015 se convertían ayer en 59.677, un 50% de crecimiento y un 18% del total. Pacte con quien pacte, tiene todas las papeletas para gobernar, por primera vez, al lograr seis concejales, dos más que los que tenía. Así que todo lo definirá lo incómodo que se pueda sentir formando coalición con Alegría o reeditando un pacto a la andaluza en el que también entraría Vox, que irrumpe en la institución con 20.392 sufragios y dos concejales. Los tres sumarían los 16 votos necesarios para aupar a una Alcaldía de derechas, ya sea la de Azcón o la de Fernández, que en la aritmética también entra la ecuación autonómica.

Pero ninguna suma cuadra en la izquierda con el varapalo de un gobierno del cambio que cae de forma estrepitosa -como casi todos ayer en toda España-, y con el fracaso de la calculadora de quienes defendían en Podemos-Equo que por separado sumarían más. Pedro Santisteve, perdió más de 47.000 votos de apoyo con respecto al 2015 y obtuvo poco más de 32.000. La candidatura de Violeta Barba logró dos ediles, ella y el ex de ZeC Fernando Rivarés, y poco más de 20.000 sufragios. Juntos, ya nunca se sabrá.