El temporal de nieve que afecta al norte y centro de la península golpeó ayer con fuerza la comunidad aragonesa, donde provocó problemas de circulación en más de 60 carreteras, seis de ellas de la red nacional, e impidió que 2.000 escolares pudieran asistir a clase en las tres provincias.

Las nevadas, que llegan como un alivio para la prolongada sequía que sufre el campo, dejaron hasta un máximo de 12 centímetros de capa blanca en determinadas comarcas, a medida que la cota de nieve descendía hasta los 200 metros, lo que en las próximas horas puede afectar al valle del Ebro.

De hecho, la capital aragonesa activó ayer el Plan Municipal de Protección Civil previsto para las grandes nevadas, ante la posibilidad de una acumulación de cuatro centímetros, algo inusual en la capital aragonesa que motivó la reunión de todos los agentes involucrados en el protocolo, desde Bomberos y Protección Civil hasta la Policía Local, pasando por los departamentos de Movilidad Urbana, Infraestructuras y las empresas concesionarias de la Limpieza (FCC) y del Transporte Urbano (Avanza) coordinados por el consejero de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero.

Además de la coordinación de efectivos, que se movilizarán en la medida en que la previsión de nevadas llegue a concretarse hoy por la mañana, el plan incluye también algunos consejos, válidos para cualquier zona. Entre otros, usar el teléfono solo para llamadas urgentes y llamar a Emergencias solo en casos de verdadera necesidad. También se aconseja aprovisionarse de alimentos y de ropa de abrigo.

Las recomendaciones abarcan también el acopio de medicamentos para las personas enfermas, así como disponer de linternas, o en su defecto, velas, por si se produjeran cortes de fluido eléctrico. En la misma línea, se aconseja estar pendiente de los medios de comunicación para mantenerse informado de la situación meteorológica.

En los edificios, conviene revisar tejados y bajantes de agua, así como los ajustes de ventanas; tener cuidado con las estufas y evitar que se congelen las tuberías, protegiendo las llaves de paso.

Si la nevada se concreta, el consistorio recomienda usar el transporte público, que se reforzará si es requerido.

Hasta que llegue la previsible nevada a la capital, otras ciudades la sufrieron ya ayer. Por la mañana, la nieve afectó gravemente a Teruel, donde fue preciso cortar durante un tiempo la ronda perimetral que une los distintos barrios con la avenida de Sagunto. Asimismo, fue necesario suspender el paso del bus urbano hasta que los servicios municipales despejaron las calles.

En Monrepós, donde numerosos conductores quedaron atrapados el domingo por carecer de cadenas, volvió a nevar ayer. Sin embargo, en este y otros puntos de la red viaria, el continuo trabajo de las máquinas quitanieves permitió mantener abiertas las carreteras de la comunidad que se vieron afectadas, si bien en muchas de ellas fue necesario el uso de cadenas a lo largo del día. En otras vías, la posible presencia de placas de hielo y de una capa superficial de nieve en la calzada obligó a circular con precaución.

La Guardia Civil auxilió durante la tarde del domingo a numerosos conductores que quedaron atascados en la nieve entre Sabiñánigo y Fiscal (N-260) y en los accesos a Monrepós.

RESCATES / Además, sobre las cinco de la madrugada de ayer, la Benemérita trasladó a sus domicilios en Huesca a tres senderistas cuyo coche quedó atrapado en la nieve en la sierra de Guara, en la pista de Belsué a Nocito, sobre la que se habían acumulado 30 centímetros de nieve.

Los excursionistas apenas tenían combustible y, además, no les quedaba batería en el móvil, lo que hacía muy difícil su situación por las bajas temperaturas y el aislamiento de esa zona de la provincia de Huesca.

Las nevadas del domingo y de ayer han sido una bendición para el campo aragonés. No obstante, los sindicatos agrarios advirtieron de que esta llegada «tardía» de las precipitaciones a la comunidad no resolverá los graves problemas que sufren determinados cultivos tras años de escasas lluvias.

Gracias a los nuevos aportes hídricos, la capacidad de los embalses de la cuenca hidrográfica del Ebro se sitúa al 63% con 4.813 hectómetros cúbicos de los 7.639 que pueden albergar en su totalidad, tras aumentar la última semana un 1,3%.

Según los datos proporcionados ayer por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), en la misma semana del año pasado la situación era de 5.126 hectómetros cúbicos, el 67% del total.

El promedio de los últimos cinco años se sitúa en el 72,9% con 5.571 hectómetros cúbicos. Asimismo, el mínimo del último lustro para esta misma semana corresponde a 2017, con los citados 5.126 hectómetros cúbicos.

En la actualidad, el agua embalsada no supera el promedio de los últimos cinco años y está por debajo de la cifra del año pasado, recordó la Confederación Hidrográfica del Ebro.

La energía hidroeléctrica potencial en esta fecha es de 2.292 GWh, lo que representa un 53% de la capacidad energética máxima de la cuenca.