"Ahora hay que tener profesionales dedicados a pedir proyectos. Esta es un nueva figura que ha surgido con la crisis. Las cuestiones administrativas se han multiplicado a nivel interno. Las universidades y los gobiernos cada vez te exigen hacer más informes para justificar cada paso o modificación del proyecto y ponen más limitaciones para gastar el dinero que se otorga a cada proyecto, que también ha ido en descenso".