La foto de ayer, con todos los presidentes autonómicos reunidos en torno a Zapatero, no es fruto del azar. La preceden seis meses de gestos y de gestiones. Los primeros, a cargo del presidente, que llama con frecuencia al lendakari Ibarretxe. Y las segundas, obra del ministro Jordi Sevilla, que ayer respiró tranquilo al comprobar que sus múltiples viajes, los acuerdos sobre traspasos y las retiradas de recursos han surtido efecto.