La candidata del PAR a la alcaldía de Zaragoza, Elena Allué, quiere convertir a Zaragoza en la capital del «urbanismo amable». Para ello, presentó ayer en el Centro Cívico Estación del Norte de la capital aragonesa un plan de intervenciones en los barrios, con actuaciones «imaginativas, como recorridos naturales, habilitar los solares e impulsar nuevas fórmulas de implicación social».
En primer lugar, el PAR quiere dar «coherencia» a las diversas zonas de la ciudad, organizada por «unidades de paisaje» y con un cuidado especial del espacio urbano. «Un factor importante para medir el atractivo de una ciudad es la escena urbana que perdura en la memoria de un paseante, y queremos que esa escena sea atractiva y amable», expuso la candidata aragonesista.
La idea es también ahondar en la concepción de Zaragoza como una ciudad experimental en la reconversión temporal de solares y espacios vacíos, generando microequipamientos temporales que puedan dar servicio a necesidades reales de los barrios.
Otra apuesta del PAR para el urbanismo es la presencia de vegetación, que «permitirá vivir la ciudad como una realidad más amable, tanto por sus consecuencias sensitivas (el frescor o la sombra), ecológicas (la vegetación como sumidero de CO2), estéticas (ciudad natural) o psicológicas, como ciudad saludable.
VÍAS VERDES
El PAR propone introducir vías verdes como recorridos que conecten espacios naturales de la ciudad (los ríos o el canal) y fomentando la presencia tanto de huertos urbanos como de plantaciones de árboles frutales, aprovechando también los vacíos urbanos.
A juicio de la candidatura de Elena Allué, «muchas de las calles pueden mejorar con una revegetación de sus espacios, tanto de modo fijo, a través de un plan específico para reconfigurar los alcorques, como de modo efímero, a través de objetos que puedan evidenciar su dimensión artística»
Para todo esto, los aragonesistas consideran «fundamental» la implicación del ciudadano en el cuidado de la ciudad. Para fomentarla, el PAR propone impulsar «nuevas formas de relación entre el ayuntamiento y el ciudadano», para facilitar el compromiso ciudadano a través del desarrollo del concepto de los «bienes comunes», con implicación de colectivos sociales.
