El PP confirmó ayer que tiene la intención de presentar una moción de censura en el Ayuntamiento de Huesca después de que el pasado domingo el socialista Luis Felipe se hiciera con el bastón de mando por la inesperada concurrencia de un voto en blanco. Los populares acusan a los tres concejales de Ciudadanos de haber incumplido su pacto, llegando incluso a hablar de «transfuguismo», pero para que triunfe la votación que podría devolverle a Ana Alós su puesto como alcaldesa tienen que recuperar el favor de los tres concejales naranjas que por el momento exigen «disculpas» públicas. Una geometría de difícil resolución que deberá resolverse antes de las 13.30 horas de mañana.

«Esperaba una explicación por parte de Ciudadanos, podría haberse producido un error u otro tipo de pacto, y si así hubiera sido deberían haberlo explicado después de la sesión», indicó Alós en un tono más conciliador del usado desde el sábado. Por eso considera que la moción servirá para «despejar dudas» más que para «alcanzar el poder», algo que consideró secundario. «Dado que ellos [Ciudadanos] niegan ser los emisores de ese voto, creemos que a día de hoy es imprescindible aclarar a los vecinos de Huesca lo que ocurrió durante el pleno», insistió. Los populares también barajan la posibilidad de estar ante un caso de «transfuguismo» en cuyo caso exigen conocer los motivos «que están detrás»

DIEZ DÍAS

La maniobra de la moción de censura presentada con tan poco margen coloca en una posición complicada a Ciudadanos. «El no reconocer qué ha pasado deja sombras de duda sobre lo que han votado los concejales del PP y del concejal de Vox, Antonio Laborda, que desde el minuto cero ha demostrado su confianza», explicó la popular.

La moción que propone el PP debería ser apoyada por los trece concejales que habían aceptado hacer alcaldesa a Ana Alós el pasado sábado. «No tendrán problema en respaldarla si todo es como están diciendo», indicó. El PP detalló que la petición puede ser firmada hasta el miércoles, por los trece concejales debían votar a la candidata popular (los 9 del PP más los 3 de Ciudadanos -en virtud de un pacto alcanzado el mismo domingo- y el de Vox). Si prospera el nuevo pleno podría celebrarse dentro de unos diez días.

El anuncio de la moción de censura llegó tras la consulta de los populares del procedimiento tanto al concejal de Vox, como a los portavoces de Podemos-Equo y también al propio alcalde socialista.

PRUDENCIA

Con esta situación sobre la mesa, el mal entendimiento entre Ciudadanos y el PP no parece estar a punto de resolverse. En una carta pública, el concejal José Luis Cadena reiteró que no se saltaron la disciplina de voto y que nunca aceptó «ser alcalde con tres concejales» como supuestamente le fue ofrecido. «Cualquier tipo de escenario a valorar necesitará, previamente, y en todo caso, de una disculpa pública de Alós y de los concejales populares por haber mentido a los oscenses», escribió en Twitter. Y agregó que tras ese gesto podrán «valorar la situación con prudencia, analizar lo que ha pasado» y tomar «en su momento» las decisiones que correspondan.

La situación del concejal de Vox sigue siendo de sintonía con el proyecto del PP. Laborda pidió ayer entrar en el gobierno de la capital altoaragonesa si prospera la moción «en la parte proporcional a nuestros votos». Esto supondría participar en una consejería de la ciudad en el caso de que se preparara un equipo de trece personas.

Esta pretensión complicaría también que Cs participara en el proceso contra el alcalde socialista, ya que la orden estatal es la de no participar en ejecutivos compartidos con Vox. «Hasta ahora no han querido dialogar con nosotros en ningún momento aunque siempre hemos estados dispuestos a negociar para poder llegar a acuerdos», recordó Laborda.

Si prospera la moción de censura, el PP se comprometió a que sus concejales (y Vox) enseñarán sus papeletas antes de depositarlas en la urna para evitar que se repita la situación.