La ambulancia convencional que trasladó a Teresa Romero desde su casa hasta el Hospital de Alcorcón continuó transportando pacientes hasta que se confirmó que la auxiliar de enfermería padecía ébola. El vehículo del Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate (Samur) fue ocupado por la enferma a las 4 de la madrugada del lunes y no fue hasta las 6 de la tarde de ese día cuando fue retirada del servicio y posteriormente desinfectada. En estas 14 horas, la ambulancia trasladó a otros cinco pacientes, según han confirmado fuentes de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

Los responsables madrileños no han dado, sin embargo, explicación alguna al retraso en la desinfección, máxime cuando entre los resultados de la primera prueba de ébola, que fueron positivos, y la segunda analítica transcurrieron horas, y ya existían sospechas fundadas de que la paciente transportada podía estar contagiada del virus. Las autoridades sanitarias tampoco facilitaron por iniciativa propia esta información y solo la confirmaron tras ser publicada ayer por este periódico.

NO CREAR ALARMISMO

Fuentes de la consejería explicaron que si no había sido comunicado este episodio a la opinión pública fue por no crear "alarmismo" entre la población y adujeron que ya se han puesto en contacto con los pacientes transportados posteriormente por la ambulancia. Esas personas han sido ya incluidas en la lista de individuos a controlar, puesto que directa o indirectamente tuvieron contacto con Teresa Romero. Ese listado incluye ya a 82 personas, entre profesionales sanitarios y relaciones personales de la auxiliar. En principio, no son casos de alto riesgo, y solo se les pide que se tomen la temperatura dos veces al día durante tres semanas, que es el periodo de incubación del virus.

Entre las personas bajo seguimiento están las dos peluqueras que atendieron a la enfermera el día 2 de octubre, puesto que justo después de salir del ambulatorio de Alcorcón, Teresa Romero acudió a depilarse. También están incluidos los pacientes que ese día fueron atendidos en la consulta del centro de atención primaria y que pudieron haber coincidido en estas instalaciones con la enfermera.

"Suerte que casi no ha salido de su casa en una semana" confesó aliviado el consejero de Sanidad madrileño, Jesús Rodríguez, puesto que esta cuarentena voluntaria ha limitado enormemente la tarea de seguimiento de posibles contagios, sobre todo teniendo en cuenta que desde el 26 de septiembre la enfermera estaba de vacaciones y podría haber viajado a otras ciudades.

Tras las críticas y la escasez de información de las primeras horas de la crisis del ébola en la capital, la Comunidad de Madrid ha puesto a disposición de los ciudadanos un número de teléfono y una página web de información, que empezaron a funcionar el martes. La alarma fue de tal magnitud que solo el primer día, ayer, se registraron un total de 444 llamadas.