Dolor, incredulidad, consternación. Estas son algunas de las palabras que sonaban en las calles de la localidad minera de Andorra, en la provincia de Teruel. Un nuevo caso de violencia machista se cobró la vida de un menor, de Ismael, el hijo de la pareja, y mantiene a Gema en estado de especial gravedad en la uci del Hospital Miguel Servet de Zaragoza. El hecho resuena en todas las esquinas del municipio, los vecinos se muestran muy afectados, dolidos, sin saber cómo pudo suceder este trágico hecho en el número 1 de la Calle Estercuel.

Una de las vecinas, que vive a dos bloques de donde se produjeron los hechos, no estuvo presente la tarde del miércoles cuando Alí decidió acabar con la ilusión de esta famila y posteriormente suicidarse saltando desde la ventana del cuarto piso. Aun así, residente del barrio, compartió uno de los discursos que más se escuchaba entre los vecinos y amigos de la familia: «El niño era un verdadero encanto, siempre me saludaba, siempre era respetuoso. Lo he visto crecer, es una lástima impresionante, siento impotencia, siento de todo», expresó Mercedes Baselga.

Íntimos de la madre

En los pueblos donde todo el mundo se conoce es más habitual que sucesos de esta magnitud afecten a todos por igual, sin embargo, las personas más cercanas son, evidentemente, las que más sufren por los afectados. Una amiga íntima de Gema no tenía al principio la suficiente fuerza para hablar de los hechos: «Llevo el estómago revuelto», expresó, no obstante, quiso compartir sus sentimientos y los de su hija, amiga de la infancia de Ismael: «Mi hija e Ismael, amigos de toda la vida, desde la guardería, incluso también de la misma peña de amigos». Además, la mujer compartió que había estado toda la mañana recibiendo llamadas, y que, como manifestó Baselga, «el niño era súper educado y muy querido por todos».

El pueblo estaba «consternado» porque Gema «era del pueblo de toda la vida», expresaron algunos vecinos del municipio. Y los amigos de Ismael están atravesando momentos muy difíciles de digerir, han visto con tan solo 16 años como a su amigo le arrebataba la vida su padre. Los jóvenes asistieron al minuto de silencio celebrado a las 12.00 horas, y posteriormente fueron recibidos en el interior del ayuntamiento por el alcalde rotos a llorar. Los adolescentes, a los que les costará seguro levantar la cabeza tras el terrible acontecimiento, están recibiendo ayuda psicológica, según informó la amiga íntima de la víctima hospitalizada.

Los padres se conocieron «trabajando en la fruta en Caspe» hace, aproximadamente, 16 o 17 años, expresó la amiga. Guardaban una buena relación, no tenían problemas, Gema regentó un bazar en la localidad que tuvo que cerrar hace ya unos años, se trata de una familia que estaba «muy integrada», continuó la amiga, que no se explicaba cómo había podido suceder semejante tragedia.

«Algo ha pasado»

En un bar del municipio, su dueño explicó que se enteraron de lo acontecido porque unas jóvenes estaban en la puerta del bar con los móviles y enseguida dieron constancia de la noticia. En cuestión de minutos, toda la localidad sabía lo que había sucedido. «Algo ha pasado», comentaron en el bar el miércoles cuando vieron pasar el helicóptero de emergencias. El dueño del bar habló con profesoras del instituto que comentaron, de nuevo, que el joven era muy querido por todos.

Un nuevo caso de violencia machista, el primero en Aragón en el que muere un menor, que ha unido a todo un pueblo por el dolor de una familia rota.