Más de 300 personas llegadas de toda la comarca recibieron ayer a los Príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, a su llegada al parador de la localidad zaragozana de Sos del Rey Católico, donde pasaron la noche. Los Príncipes llegaron a la localidad natal de Fernando el Católico, procedentes de la capital aragonesa y tras haber visitado también Albarracín.

Vicente Manero, alcalde de Sos, señaló que nadie les había informado de esta visita, pero la afluencia de los medios de comunicación al municipio habían suscitado la curiosidad de los vecinos, que dudaron en acercarse al parador, donde los Príncipes tenían una suite reservada.

El alcalde confirmó que sospechaba algo, "porque me había parecido ver algún guardaespaldas en las inmediaciones del parador". Según manifestó, había visto a los Príncipes, "espléndidos", y añadió que habían podido conversar unos minutos, en los que les había transmitido su "enhorabuena y felicitación" por su reciente enlace matrimonial.

De igual modo, "les he mostrado mi alegría por su decisión de visitar Sos y pernoctar en nuestra localidad". Manero recordó que el Príncipe Felipe ya visitó Sos del Rey Católico el pasado 6 de junio de 2000. "En aquella ocasión le dije que a ver si volvía de nuevo con consorte, y lo ha cumplido", explicó. Letizia, sin embargo, viajaba por primera vez a la localidad.

Los Príncipes de Asturias pasaron la noche en el Parador de Sos, y hoy tenían previsto realizar una visita al Palacio de Sada. Con posterioridad, la pareja podría poner rumbo a la Comunidad Foral de Navarra para continuar su recorrido por diversas localidades españolas.

A mediodía, Felipe y Letizia habían visitado la localidad turolense de Albarracín, donde almorzaron en un restaurante. Allí recibieron la felicitación de cientos de vecinos tras llegar de imprevisto para pasear por sus empinadas calles y visitar algunos de las joyas de la monumental localidad que constituye un señorío de la Reina.

Los Príncipes llegaron poco después de las 13.00 horas y permanecieron allí hasta las 15.30, cuando partieron rumbo a Zaragoza tras recibir felicitaciones de numerosos vecinos, que les corearon repetidamente el "¡viva los novios!" y les piropearon ("guapos"), entre otras muestras de cariño de la población.

La pareja, que saludó y firmó autógrafos a los vecinos, recorrió el recinto amurallado, cuyo trazado se remonta al siglo XI, la catedral de Santa María y el antiguo Palacio Episcopal, monumentos que el Príncipe ya conocía de una visita oficial que efectuó en el año 2000. Como guía actuó el presidente de la Fundación, Antonio Jiménez.

Albarracín es uno de los atractivos turísticos más destacados de Aragón. Monumento Nacional desde 1961, se encuentra propuesto para ser declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.