Seguir con devota pasión un encuentro de la segunda división eslovena de voleibol o un partido de cricket de la liga paquistaní, cuando no se conoce a ningún jugador ni se tiene la menor noción de las reglas de juego. Hay aficionados ocasionales que esperan con frenesí la victoria de un equipo del que dentro de unos días pueden desear que encaje la mayor humillación deportiva. En el mundo de las apuestas, el fin siempre justifica los medios. O al menos eso es lo que piensa la creciente legión de seguidores de esta afición, que ha arrebatado al póquer el cetro de la disciplina hegemónica del juego on line en España.

Casi la mitad del dinero invertido en el sector recreativo digital tuvo que ver en el 2015 con eventos deportivos (48,8%), frente al 20,8% del póquer, según los últimos datos divulgados por la Dirección General de Ordenación del Juego. Solo tres años atrás, este juego de cartas dominaba el sector, con un 42,7%, frente al 37% de las apuestas. Todo sucede al amparo de un ámbito, el del juego on line, «que crece al ritmo del 30% anual», según Sacha Michaud, presidente de JDigital, que agrupa a más de 40 empresas del gremio. En España, casi dos de cada 10 euros que se dedican al juego, presencial y digital, acaban en las casas de apuestas. Una dinámica que inquieta a las autoridades sanitarias.

Un «caramelo»

En Aragón, desde la Asociación Zaragozana de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Azajer) ven con «extrema preocupación» el aumento de las apuestas entre los jóvenes y, especialmente, entre los menores, quienes llegan a apostarse toda la paga semanal en estos servicios. «Si les dan 10 o 20 euros, lo invierten de golpe en un día. Y para ellos es un caramelo eso de apostar dos euros y ganar 200 alguna vez. Eso les lleva a querer más, a la compulsión», señaló Esther Aguado, presidenta de Azajer.

El aumento de casos de ludopatía juvenil en Aragón es «incesante», algo que detecta desde este colectivo durante sus charlas en centros educativos. «Cuando preguntamos quien apuesta, levanta la mano la mayoría de la gente. Es más fácil detectar quien no lo hace. Y todavía no hemos llegado ni a la punta del iceberg del problema, esto en unos años va a ser una pasada. Hay jóvenes que con 14 o 15 años ya están enganchados al juego», apuntó la presidenta.

Sensación de peligro

Según los últimos datos con los que cuenta la asociación, un 0,9% de la población aragonesa es jugadora patológica y un 4,4% está en riesgo de serlo. Así, mientras el 76% de los aragoneses ve peligro de adicción en las tragaperras (cada vez más usadas en salas de juego y menos en bares), los bingos bajan al 49%, los casinos al 47% y solo un 22% percibe riesgo en el pó- ker o juegos on line. «Las cifras de adictos van a crecer, estamos convencidos. En Azajar, más del 70% de las personas que atendemos son jóvenes entre 18 y 34 años, mientras que la población adulta de entre 35 y 65 años son menos de un 30%. El varón sigue siendo quien lidera este perfil; chicas hay muy pocas», señaló Aguado. Entre las causas de este auge, Azajer se refiere a la crisis econó- mica, a la oferta de juego cada vez más amplia, omnipresente y a las nuevas tecnologías. «Pueden apostar desde cualquier dispositivo, las 24 horas, en cualquier parte, de forma anónima e incluso mientas se está jugando el partido. Eso genera adicción», añadió Aguado.

La «gota que colma el vaso» para incentivar las apuesta entre menores y jóvenes es la gran capacidad de penetración de la publicidad, que desde el 2011 ha aumentado un 160% y para la que, actualmente, no hay una regulación específica. «El impacto es mucho mayor cuando grandes estrellas del fútbol y famosos como Messi, Cristiano, Piqué o Neymar, que son ídolos de muchos jóvenes, aparecen en anuncios de juegos on line, participan en campeonatos y, además, ganan. Ese mensaje llega al joven de forma perjudicial», apuntó Aguado.

«También grandes clubes son patrocinados por casas de apuestas, con la publicidad en sus camisetas. Al final, parecen una parte más del deporte», añadió.

Comisiones a adultos

Aguado alertó de que tal es la tentación de jugar que incluso hay menores que juegan on line, sirviéndose de algún adulto, a quien le ceden sus datos de identidad, a cambio de alguna comisión. Esto también ocurre en las sedes físicas de apuestas de Aragón.

«Acuden a la puerta, le dan el dinero a un mayor de edad y este entra y hace la apuesta. Lo más fuerte de todo es que controlan el tema, saben a qué quieren apostar y cuánto y así se lo hacen saber a ese adulto. No lo dejan a su elección, sino que ya llevan en su cabeza la apuesta y las opciones», señaló Aguado. «Es complicado restringir y controlar esto, pero existe y somos consciente. Lo sabemos porque nos llaman ciudadanos anónimos que ven a menores en puertas de casas de apuestas y porque lo comprobamos en los institutos», añadió.

El responsable de JDigital, Sacha Michaud, achacó el éxito a «la pasión con la que se vive el deporte en la cultura española», y destaca que las apuestas son «una forma lúdica de disfrutarlo», como pasaba con las quinielas, al tiempo que destaca que la normativa española de juego digital «es de las más avanzadas de Europa».

El Cuerpo Nacional de Policía en Zaragoza ha celebrado alguna jornada de formación en prevención destinada a los trabajadores y responsables del sector del juego en la comunidad. Sin embargo, en el plano de los menores y de las familias la vía para detener esto pasa por la sensibilización y la puesta en marcha de unas campañas de información «completas e incesantes» en los colegios, según indicó Esther Aguado desde Azajer. «Prevenir es lo ideal y desde los centros algo se tiene que hacer, indicó.