Los bolsillos de los conductores afrontan este mes de agosto en una posición bastante más cómoda que en los últimos años. Los carburantes alcanzaron en mayo sus máximos anuales y desde entonces iniciaron un descenso continuado que ha provocado que la operación salida de este 2015 sea la más asequible desde el 2010. Con todo, el precio de los combustibles es ahora algo más elevado que a principios de año, cuando el petróleo marcó sus mínimos en una década haciendo que incluso el litro de gasolina 95 bajara del euro en algunas estaciones de servicio de la comunidad.

Actualmente, y según los datos del boletín petrolero de la Unión Europea (UE), el litro de diésel se sitúa de media en España en 1,12 euros, mientras que el de la gasolina está a 1,284 euros. Es decir, un 22,4% y un 8,6% más baratos que en las mismas fechas del 2014. La caída de los precios también se ha dejado notar en Aragón. Los carburantes frenaron su escalada alcista a finales del 2012 y desde entonces han mantenido una clara tendencia a la baja. De hecho, llenar el depósito del coche en la comunidad cuesta hoy, de media, 14,70 euros menos que hace tres años y casi 11 menos que en agosto del 2014.

A lo largo de estos últimos días, la mayoría de las gasolineras aragonesas situaba el gasóleo A habitual (el combustible que utiliza casi el 70% de los vehículos en España) en los 1,099 euros. Así, repostar 50 litros cuesta 54,95 euros, por los 65,90 del año pasado y los 69,70 que había que pagar en agosto del 2012, según los datos del Ministerio de Industria. Por su parte, el precio medio de la gasolina 95 rondaba los 1,249 euros.

El abaratamiento del carburante ha provocado que estas semanas el litro de diésel se sitúe por debajo de la barrera del euro en bastantes estaciones aragonesas, aunque el pasado enero todavía estaba más barato (por no hablar de los mínimos de principios del 2009).

Los descensos, sin embargo, solo han provocado un tímido repunte del consumo. Y eso que, en las estadísticas del ministerio, Aragón es habitualmente la comunidad con los precios más baratos, junto al resto de regiones que no aplicaban el denominado céntimo sanitario. El gasóleo, además, cuesta menos en España que en la media de la UE, donde el precio de venta al público ronda los 1,257 euros.

ESCASA COMPETENCIA

Tal y como apuntan desde la Asociación de Estaciones de Servicio de Aragón (Aesar), la composición del precio de los combustibles depende de diferentes variables, entre las que destacan el tipo de cambio euro-dólar, la evolución del barril de Brent o la cotización de los carburantes. "Lo que ocurre en los mercados internacionales es clave, así como el impacto de los impuestos, que suponen el 50% del coste final", indica la presidenta de Aesar, Pilar Soto, que añade que los propietarios de las gasolineras tienen poco que decir en esta materia, ya que los precios "los marcan las petroleras". "A corto plazo no sé lo que pasará, aunque las previsiones apuntan que la tendencia seguirá a la baja", subraya.

En este sentido, la extinta Comisión Nacional de Competencia ya denunció que el problema era el excesivo poder que tenían unas pocas empresas. Apuntó, así, que las tres firmas con capacidad de refino --Repsol, Cepsa y BP -- controlaban el 42% de la capacidad de almacenamiento y el 64% de las estaciones de servicio.

Por lo general, las estaciones que pertenecen a cadenas de hipermercados y las pequeñas firmas especializadas en la venta de carburantes suelen ofrecer los precios más competitivos.