La Selectividad, tras 40 años de vigencia en el sistema educativo español, tiene los días contados. Aragón afronta desde mañana y hasta el jueves las últimas pruebas de acceso a la universidad bajo esta modalidad antes de que el próximo curso, y por indicación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), se ponga en marcha una reválida al final de 2° de Bachillerato que sustituirá a la Selectividad.

El cambio respecto a la actual Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) supondrá que los estudiantes tendrán más asignaturas de las que examinarse obligatoriamente y nuevas vías para subir nota, aunque en la práctica la prueba será parecida a la actual. Eso sí, aprobar la reválida con al menos un 5 será una condición imprescindible para obtener un título y poder ir a la universidad.

Además, la LOMCE contempla que cada universidad podrá establecer sus propios mecanismos de selección de alumnos. Es decir, que es muy probable que los alumnos que superen el examen tengan que someterse a otra prueba para poder acceder al campus que seleccionen.

ACCESO Y ADMISIÓN

"Ahora mismo, acceso y admisión van unidos en la misma prueba. Con la LOMCE lo que ocurre es que se separan de forma rotunda", señaló Fernando Zulaica, presidente de la comisión organizadora de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en el campus público aragonés.

"Puede darse la situación de que un estudiante se examine en mayo de Matemáticas en su centro, después lo haga de nuevo en la reválida y, por tercera vez, se lo exija la universidad. En unos 15 días son tres pruebas y creemos que eso es una tortura para el alumno", añadió. Según Zulaica, esta condición "rompe el distrito único" de las universidades y la "igualdad de oportunidades" para el alumno. "Ahora mismo, la nota que obtiene un alumno en Zaragoza le sirve para entrar en Sevilla. No se pide nada diferente", precisó.

La supresión de la Selectividad se ha negociado durante más de dos años con el Ministerio de Educación, ya que esta consecuencia de la Ley Wert ha levantado más ampollas que otra cosa entre la comunidad educativa. Al principio se habló de un test de 350 preguntas en Bachillerato, pero se descartó y se apostó finalmente por examen.

Se mantendrán el tipo de preguntas, la puntuación (la nota máxima es un 10 pero puede subir hasta 14) y la ponderación de la nota final, en donde cuenta el 60% de la media de Bachillerato y el 40% de la calificación del examen. Actualmente, hay una fase general con exámenes obligatorios sobre las asignaturas de 2° de Bachillerato y una fase específica, de carácter voluntario, para subir nota. En la reválida, que examinará de todo Bachillerato (no solo de las materias de 2° sino de alguna como Filosofía, que es de 1°), habrá más asignaturas obligatorias.

INCERTIDUMBRE POLÍTICA

Hace unos meses, los rectores de las universidades españolas pidieron al Ejecutivo en funciones del PP que prorrogara la Selectividad un año más, dado que todavía no se había formado Gobierno y cabía la posibilidad de suprimir la LOMCE si los partidos de izquierdas llegaban al poder. La respuesta fue no.

Desde la Universidad de Zaragoza aún se muestran "escépticos" ante el cambio. "Quiero ser muy prudente, porque todavía estamos en una incertidumbre política y se habla de una posible paralización según quien gobierne. No podemos afirmar rotundamente que el próximo año se vaya a celebrar", añadió Zulaica.