Tras siete años consecutivos perdiendo población, Aragón volvió a ganar habitantes en el 2018. En concreto, la comunidad contabilizó a 1 de enero del 2019 un total de 1.320.794 residentes, 7.659 más que un año antes. El aumento porcentual del 0,58% fue el séptimo más alto del país. Baleares lideró la clasificación con una subida del 1,79%, seguida de Madrid y Canarias, mientras que Galicia, Castilla y León, Extremadura y Asturias fueron las únicas comunidades que vieron reducir su población (ver gráfico). A pesar de la subida registrada en Aragón, no hay que olvidar que la región ha perdido en los últimos ocho años 23.600 habitantes, unos 3.000 más que los que viven en Calatayud. Eso sí, Aragón no ganaba población desde el 2010, cuando sumó 212 habitantes.

El incremento de la comunidad se debió en exclusiva a la llegada de inmigrantes, ya que el saldo vegetativo volvió a ser negativo tras registrarse 14.077 fallecimientos y 9.946 nacimientos. Según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), un total de 16.541 personas procedentes del extranjero establecieron su residencia en Aragón el año pasado, de los que solo 1.541 tenían nacionalidad española. Los 15.000 inmigrantes extranjeros llegados en el 2018 suponen la cifra más alta desde el 2008. El dato contrasta con el mínimo del 2013, cuando solo llegaron a Aragón 5.217 personas con nacionalidad extranjera, pero aún está lejos de la del 2008, cuando se contabilizó la llegada de 20.975 inmigrantes.

La recuperación económica y del mercado laboral explican esta subida. «Durante los años más duros de la crisis, la llegada de inmigrantes se paralizó, pero el año pasado subió con mucha fuerza», subraya la presidenta de la Asociación Latinoamericana de Aragón, Soledad Villanueva. «Sobre todo se fueron ecuatorianos y colombianos y esa misma gente es la que ahora está volviendo», apunta.

En el conjunto del país, el número de inmigrantes extranjeros también alcanzó su valor más alto desde el 2008 al contabilizarse 559.309 personas llegadas del exterior. Según el INE, las principales nacionalidades fueron la marroquí (con 60.926 llegadas a España), la colombiana (53.247) y la venezolana (46.825).

Los expertos en demografía insisten en que sin la aportación exterior será «una quimera» que Aragón incremente su población en los próximos años. «Si no llegan inmigrantes será imposible ganar habitantes, una tendencia general en los países occidentales pero que aquí se ve más agravada por el envejecimiento demográfico», indica Vicente Pinilla, director del Centro de Estudios sobre la Despoblación y Desarrollo de Áreas Rurales (Ceddar).

En este sentido, el también catedrático de la Universidad de Zaragoza insta a apostar por la integración de todo el colectivo inmigrante y a trabajar por ejemplo en la lucha contra el empleo sumergido. «Todos nos beneficiamos de ellos, también las arcas del Estado», recuerda Pinilla, que añade que se tardaría mucho tiempo en cubrir algunos empleos si no fuera por los trabajadores extranjeros.

Sin duda, controlar la precariedad y el empleo sumergido es uno de los mayores retos que debe afrontar el mercado laboral español a este respecto. «Hay que ordenar todo esto», señala Pinilla, que recuerda que entre el 2000 y el 2008 se produjo «una explosión» en la llegada de inmigrantes.

BAJA LA EMIGRACIÓN

Los datos del INE también ponen de manifiesto que la salida de trabajadores extranjeros se ha frenado en el último año. De hecho, la cifra de emigrantes foráneos registrada en el 2018 es la más baja desde el 2008, algo que también ocurre en Aragón. Así, el año pasado 4.694 extranjeros abandonaron la comunidad con destino a algún otro país, mientras que en el 2013 se marcharon 9.135.

Según el INE, las nacionalidades de emigrantes más numerosas fueron la rumana (38.087 salidas), la marroquí (20.296) y la británica (19.536). Estas tres fueron, además, las mayoritarias entre la población extranjera residente.

Además, el saldo migratorio de los españoles con el exterior pasó a ser positivo en el 2018 por primera vez desde el inicio de la Estadística de Migraciones en el 2008. «La llegada de españoles no consiste fundamentalmente en una inmigración de retorno, sino de personas con nacionalidad española no nacidas en España», indica el informe.

De los 1.320.794 habitantes aragoneses a 1 de enero del 2019, 668.735 eran mujeres y 652.059, hombres. Mientras, la cifra de mayores de 65 años se ha incrementado en este periodo en 2.702, al pasar de 283.267 a 285.969.