Aragón todavía no ha recuperado el nivel de gasto social previo a los recortes acometidos por el anterior Ejecutivo autonómico durante la crisis. El actual presidente aragonés, Javier Lambán, se congratuló recientemente de que la comunidad es la que más ha incrementado este desembolso desde su acceso al poder, en el 2015. En estos tres años, el gasto social en Aragón ha crecido un 25%, lo que se traduce en algo más de 700 millones de euros. Sin embargo, y a pesar del esfuerzo, se mantiene, según un informe de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales con datos del 2017, un recorte de casi el 8% respecto al 2009, es decir, 285,5 millones menos que entonces.

Así, el volumen de reducción del gasto social autonómico en ocho años solo es inferior al de otras tres autonomías -Canarias (-8,53%), Castilla La Mancha (18,76%) y Cataluña (-19.96%) y ligeramente superior a la media nacional (-7,07%).

Solo cinco comunidades autónomas han recuperado el gasto social previo a los recortes provocados por la crisis. Se trata de Baleares, que es la que registra un mayor aumento (7,96%) de desembolso en esta materia respecto al 2009, Navarra (7,94%), País Vasco (1,87%), Cantabria (1,20%), Asturias (0,50%) y Comunidad Valenciana (0,22%).

En todo caso, Aragón transita por el buen camino. Su porcentaje de gasto en políticas sociales respecto al presupuesto total de la comunidad (64,7%) fue, en el 2017, el sexto más elevado del país (en el 2009 era del 68%) y superó en casi tres puntos la media estatal, al igual que el gasto por habitante (2.523 euros), un 6% menor que hace nueve años.

Las tareas pendientes se centran en sanidad, área en la que Aragón sale peor parado. El gasto sanitario en la comunidad fue, el año pasado, un 12,67% inferior al del 2009, con 274 millones de euros menos.

Esta reducción es la tercera más importante del país, solo superior a la registrada en Castilla La Mancha y Cataluña y se distancia del 9,3% que la asociación establece como media nacional apelando a datos del ministerio. Baleares vuelve a ser la mejor en este apartado, con un desembolso superior en un 12% al del 2009.

El dato subraya la magnitud de los recortes sanitarios sufridos por Aragón durante la crisis. La comunidad es la cuarta que mayor porcentaje de su presupuesto destina al gasto en este área (36,8%) pero, con todo, todavía hay camino por recorrer.

Menos tramo queda por recuperar en educación, donde el gasto el año pasado apenas fue un 2,6% inferior al del 2009, cuando se destinaron 28,5 millones más. En este sector, la reducción en España registra una media cercana al 7%. Solo tres autonomías -Baleares, La Rioja y Extremadura- han mejorado el gasto educativo en esta etapa.

Pero son los servicios sociales los que experimentan una mejor progresión durante estos años. Todas las autonomías salvo cuatro (Castilla La Mancha, Galicia, Andalucía y Cataluña) han recuperado en el 2017 el nivel de gasto que existía antes de los recortes provocados por la crisis. En Aragón, la mejoría es del 4,7%, similar a la media estatal.