La igualdad de género en el tejido económico y empresarial sigue siendo una utopía a día de hoy en Aragón. No hay más que ver la escasa presencia de la mujer en las patronales, las compañías y los sindicatos para comprobar que el cuidado de familiares, los bajos niveles de conciliación y la falta de oportunidades laborales continúan jugando un papel fundamental en esta desigualdad. Esta enorme brecha ha provocado, por ejemplo, que solo el 15,6% de los consejos de administración de las empresas aragonesas de más de 250 trabajadores esté compuesto al menos por un 40% de mujeres, un desequilibrio que se agranda aún más entre las pymes y pequeñas firmas.

Así se desprende de un estudio de la consultora Informa, que desde el 2009 analiza la presencia de mujeres en los órganos de dirección de las compañías. En concreto, la consultora ha estudiado 64 empresas aragonesas de más de 250 empleados y solo 10 tenían un 40% de mujeres en sus consejos. El dato, con todo, es uno de los más alentadores de todo el país. «En las pymes, al colectivo femenino aún le cuesta más llegar a puestos de dirección», indica la presidenta de la asociación Directivas de Aragón, Ana Solana.

Según los últimos datos dados a conocer por el Ejecutivo autonómico, de los 180 puestos directivos que hay en la comunidad, solo el 20% están ocupados por mujeres. En cuanto a puestos predirectivos, 538 están en manos de hombres y 262 de féminas.

Esta escasa presencia de mujeres se observa con nitidez en CEOE Aragón: entre los 25 nombres que integran su comité ejecutivo no hay ninguna fémina. El de Cepyme solo cuenta con tres, frente a 18 hombres. Todo ello demuestra que el relevo de género no es una realidad. Asegura la patronal que una de las razones puede ser que los máximos puestos directivos los suelen ocupa personas que accedieron hace más de 20 años al mercado laboral, cuando aún no había una integración total de la mujer.

«No se está avanzando demasiado; solo hay que mirar los diferentes premios empresariales que se entregan cada año en la comunidad para ver que apenas hay mujeres», lamenta María López, vicepresidenta de la Cámara de Comercio de Zaragoza, en cuya asamblea, integrada por 69 representantes, hay 7 empresarias.

Tal y como apunta López, incluso los sindicatos evidencian esta infrarrepresentación de las mujeres en el tejido empresarial y económico. Ana Sánchez, secretaria general de Industria de CCOO, Pura Huerta, de Empleo en UGT, y Sara Martín, nombrada recientemente presidenta del comité de Opel España, son de las pocas sindicalistas colocadas en primera línea.

más formación / A finales del 2014, la asociación Directivas de Aragón y la DGA pusieron en marcha un convenio para aumentar la presencia de mujeres en los puestos de responsabilidad hasta alcanzar, como mínimo, el 20%, un acuerdo al que se han adherido 24 empresas. «Se incluyen buenas prácticas y se da importancia al tema de la formación porque ahora los planes de carrera están mucho más orientados a los hombres», explica Solana.

«El cuidado de los hijos o los mayores siempre recae en las mujeres; en materia de igualdad aún vamos a paso de tortuga y es una pena porque así no aportamos modelos de referencia», lamenta María Jesús Lorente, presidenta de la Asociación Aragonesa de Mujeres Empresarias (Arame).

Para la directora del Instituto Aragonés de la Mujer, Natalia Salvo, la conciliación «sigue siendo una utopía». Así, destaca que solo 110 de las 1.588 excedencias fueron solicitadas el año pasado en Aragón por hombres. «El problema, además, es que las mujeres cobran menos que los hombres, lo que dificulta la independencia presente y futura», concluye.