La demanda de carburantes siempre ha sido un fiel termómetro de la actividad económica. Y, como no podía ser de otra forma, en los últimos años no ha parado de caer. En Aragón se consumieron el año pasado 864.233 toneladas de gasóleo A habitual, mientras que en el 2008 se vendieron 962.040 toneladas. "Las ventas en el 2013 fueron un poco mejor que en el 2012, pero sigue todo muy flojo porque la recuperación de la que se habla no ha llegado al consumidor final y porque el sector del transporte continúa sufriendo", indicó ayer el gerente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Aragón, Luis Serrano. Además, la facturación de sus tiendas y de los túneles de lavado también ha bajado, lo que no ha permitido compensar la caída.