El juicio por las pinturas del monasterio de Sigena, que enfrenta a la Generalitat de Cataluña con el pueblo de Villanueva de Sigena y el Gobierno de Aragón, arrancó ayer con fuerza en el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Huesca. El abogado de la DGA, Alberto Gimeno, esgrimió un documento, aceptado por la jueza, que legitima plenamente la demanda de Aragón.

Se trata de un escrito de la madre federal de la comunidad sanjuanista, con origen en el Vaticano, que recoge la cesión de poderes realizada por las monjas a la Diputación General de Aragón para que pueda reclamar la devolución del mural.

Este documento será incorporado a la causa, según manifestó la jueza, pese a las protestas de la parte demandada, que solicitó inicialmente su impugnación y, a continuación, la suspensión del juicio para poder examinar detenidamente la nueva prueba. Ninguna de ambas peticiones fue atendida por la magistrada.

Las pinturas fueron arrancadas del monasterio de Sigena en 1936, al comienzo de la guerra civil, para evitar que fueran destruidas en el saqueo y posterior incendio del edificio. Fueron trasladadas por un funcionario de la Generalitat a Cataluña, donde estuvieron guardadas en distintos emplazamientos hasta acabar en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), en Barcelona. Aragón reclamó la obra de arte en varias ocasiones desde el término del conflicto, pero sin ningún éxito.

El nuevo documento echa por tierra el principal argumento de la representación legal de Cataluña, según la cual Aragón carece de legitimación para pleitear en nombre de la comunidad sanjuanista, la propietaria de las pinturas.

Otro argumento de la actual Generalitat y del MNAC, que intervienen en el pleito a través de sendos representantes legales, es que, como hicieron valer en el juicio, Cataluña no expolió el mural, sino que lo "rescató" y evitó así su destrucción.

De hecho, las pinturas salvadas de la quema se hallaban muy deterioradas y fueron objeto de restauraciones y limpiezas que, según los expertos aragoneses, contribuyeron a desfigurarlas todavía más.

Además, los letrados catalanes manifestaron que el MNAC ha permitido que las pinturas estén debidamente cuidadas y custodiadas y expuestas para todos aquellos que deseen verlas.

Tanto el abogado de la DGA como el de Villanueva de Sigena, Jorge F. Español, argumentaron durante la vista oral, que continúa hoy, que Cataluña carece de títulos que demuestren que las pinturas son de su propiedad o que las tiene en depósito legal. Estos extremos fueron confirmados por el actual alcalde de Villanueva de Sigena, Alfonso Salillas, que fue llamado a declarar.

Al igual que ocurrió con el tesoro de Sigena (compuesto por un total de 97 piezas), los abogados de la parte aragonesa señalaron que las pinturas forman parte inseparable del patrimonio aragonés, por lo que deben ser reintegradas a su propietario. Además, se da la circunstancia de que el monasterio está declarado monumento nacional y bien de interés cultural.