No solo los directores aragoneses como Paula Ortiz (rodó De tu ventana a la mía en Zaragoza, Sos y Canfranc), Miguel Ángel Lamata (Una de zombies en Zaragoza) o el más reciente Ignacio Estaregui (Justi & Cía en Zaragoza) han apostado por Aragón como su plató de rodaje. Sin ir más lejos, en marzo del año pasado, Llanos del Hospital se convirtió en Siberia para rodar Kamikaze, la última película de Álex Pina. Y si uno se remonta a años anteriores, Milos Forman rodó en el 2005 en el Monasterio de Veruela Los fantasmas de Goya o Inés París Miguel & William en el castillo de Loarre. En la misma localización, años antes, Ridley Scott inmortalizó la fortaleza en El reino de los cielos. Pero la lista no concluye ahí ni mucho menos. En el recuerdo quedan los rodajes que se han sucedido en Aragón desde Salida de misa de doce del Pilar. Por ejemplo, La vaquilla (García Berlanga), Carreteras secundarias (Martínez Lázaro), varias escenas de El hombre que mató a Don Quijote, de Terry Gilliam en el Monasterio de Piedra o la encumbrada Jamón, jamón, de Bigas Lunas que se rodó en los Monegros.

Y en el horizonte ya hay uno nuevo, el que protagonizará Paula Ortiz en junio en los Monegros con su nueva película, La novia.