La principal apuesta política de la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, se desmoronó hace dos días cuando la secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos del Gobierno, Marta Fernández Currás, confirmó al consejero de Presidencia aragonés, Roberto Bermúdez de Castro, que el Ministerio de Hacienda no se movería ni un milímetro e imputaría a la comunidad un desfase del déficit de, al menos, 120 millones de euros. La gravedad y preocupación que ha generado este asunto llevó ayer a Rudi a actuar con diligencia y solicitar comparecer hoy en las Cortes para explicar su posición antes de que el Banco de España publique los datos.

La noticia sentó como un jarro de agua fría en el Gobierno de Aragón, que ve como incumple así con el objetivo fijado en el 1,3% (se podría sobrepasar en al menos cuatro décimas) y se verá obligado a adoptar medidas más restrictivas en los próximos meses y una mayor supervisión por parte de las autoridades estatales y europeas.

Además de la caída de ingresos por la parálisis del consumo y en especial por los tributos procedentes del Estado, fuentes del Gobierno de Aragón indicaron ayer que hay una fuerte discrepancia con el ministerio en la forma de contabilizar esos gastos que se apuntan en el déficit (que aumenta cuando se gasta más de lo que se ingresa). Según apuntaron, el ministerio ha cambiado los criterios en la aplicación del gasto farmacéutico y eso supone que haya 26 millones más de lo esperado por el consejero de Hacienda, José Luis Saz.

Ese cambio de criterio indica que antes se computaba como gasto las facturas de 30 de noviembre de un año hasta el 30 de noviembre del siguiente y esta vez el ministro Montoro ha alargado esos gastos un mes más, hasta el cierre a 31 de diciembre.

Otro aspecto discrepante y que en este caso hace más daño a la contabilidad de las arcas públicas aragonesas es el de la recaudación incierta. Este concepto computa como ingresos aquellos pagos que se deben hacer a la Hacienda autonómica pero que todavía no se han hecho efectivos. Si bien antes se contabilizaba ese apunte como ingreso, ahora el ministerio ha decidido que no se contabilice hasta que el ingreso no es real.

Esto hace especial daño a los ingresos previstos por la comunidad autónoma en tributos derivados del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Y estiman que hace que el desfase contabilizado alcance al menos los 95 millones. En este caso hay algunos ingresos cuantiosos por determinadas herencias que el contribuyente debe pagar pero ha solicitado un aplazamiento dado el elevado importe al que debe hacer frente. Si estos casos hasta ahora se contabilizaban como ingresos, este año el ministro ha cambiado de criterio. Todo ello ha causado cierto estupor en el Pignatelli, que considera que el ministerio podía haber sido más laxo en el criterio y mantener las posiciones que hasta ahora había tenido. Y más en una comunidad cumplidora hasta ahora que ha cometido un gasto racional y ha aplicado con lealtad y disciplina las normas impuestas por Bruselas y el Gobierno.

REUNIONES CONSTANTES Sin embargo, de poco ha servido el trabajo que casi con periodicidad semanal ha realizado el consejero Saz con el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, o la buena relación que mantiene Rudi con Montoro para convencer a los rectores del Gobierno. El pasado domingo, Montoro confirmó a Rudi este desfase y restó importancia por su cuantía.

Todo ello porque, dentro de la gravedad del incumplimiento, en el Pignatelli confían en que se pueda reconducir la situación. Destacaron como elemento positivo que la situación financiera de Aragón sigue siendo respetada para endeudarse a bajo interés y eso permitirá no recurrir al fondo de liquidez autonómica. Asimismo, afirmaron que el plan de ajuste que deberán presentar no será tan doloroso como el que ya se tuvo que presentar con diversos recortes en el año 2011, para corregir un desfase de más de 200 millones. Preocupa más el impacto que puede tener que a partir de ahora Bruselas y el Estado controlará los convenios cofinanciados con estas administraciones, y que suponen una parte notable del presupuesto anual. Entre ellos, el Fondo de Inversión de Teruel.