El comisionado del Gobierno de Aragón para la lucha contra la despoblación, Javier Allué, propuso ayer la instauración del Día del orgullo rural para dar continuidad a la reclamación que este domingo expondrá en Madrid la Revuelta de la España Vaciada. «Es más positivo que hablar de vacío. Tenemos que destacar las muchísimas cosas positivas del medio rural para poder desarrollar en nuestros municipios una vida plena».

Allué participó en el VIII Foro de las Autonomías, organizado en el Senado por el Instituto de Derecho Público y la Fundación Manuel Giménez Abad. Un foro que siempre cuenta con dos temas monográficos, que este año han correspondido a la gestión de los Menores Extranjeros No Acompañados (MENAs) y la despoblación.

Precisamente en la ponencia sobre El despoblamiento de la España autonómica fue en la que intervino Allué, que fue a la Cámara Alta acompañado del director general de Relaciones Institucionales y Desarrollo Estatutario de la DGA, Julio Embid, y la jefa del Servicio de Estudios Autonómicos, Patricia Asensio.

Allué lamentó que las «valiosas conclusiones» de las ponencias sobre despoblación aprobadas en el Senado ya en el año 2015 «hayan dormido el sueño de los justos» estos años y ahora se tengan que reactivar junto a «otras cosas que se han hecho bien anteriormente».

Historia

El comisionado insistió en que la despoblación no es un problema nuevo y ya se ha actuado contra él, aunque se congratuló de que se esté convirtiendo en una prioridad general. Para abordarla, insistió, «dentro de las posibles reformas estructurales, la principal es la reforma del modelo de financiación de las comunidades autónomas, que tiene que incorporar el coste real de los servicios básicos en el territorio», encarecidos por la despoblación, como las infraestructuras, según dispone el Estatuto de Autonomía.

«Es lo que solemos decir en Aragón: las inversiones en carreteras no se miden por habitantes, sino por kilómetros, y hacer las infraestructuras tiene un coste superior en el territorio por las dificultades orográficas que hacerlas en la gran ciudad. Eso debe computar en los sistemas de reparto de la riqueza», explicó Allué.

El comisionado reivindicó la Política de Cohesión europea con criterios territoriales y demográficos -anteayer el Parlamento Europeo fijó su postura teniéndolos en cuenta- y la Política Agracia Común (PAC) también se oriente a las explotaciones familiares y elimine los derechos históricos.

«Los europarlamentarios del PSOE y PP están dando un ejemplo de coordinación que debemos aplaudir», señaló, insistiendo en que no se use la despoblación como «arma arrojadiza» entre partidos. «Mantener el consenso y la coordinación institucional será clave para revertir los procesos de éxodo rural», expuso.

Allué señaló que Aragón es pionero en la planificación de normas para la ordenación del territorio y la lucha contra la despoblación, que culminaron en la Directriz Especial de Política Demográfica y contra la Despoblación de octubre del 2017 y que la comunidad aportó en su momento a la propia Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico promovida por el Ministerio de Política Territorial y Función Pública del Gobierno estatal.