La comunidad aragonesa ha alcanzado en apenas dos semanas 382 decesos (191 cada siete días), lo que supone casi un 20% del total de fallecidos desde el inicio de la pandemia. Con esta última cifra facilitada por el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón ya son 2.160 muertes las que el coronavirus ha provocado, 1.246 durante la segunda ola y 915 desde la primera. Unas cifras que, por zonas básicas de salud, han hecho mella en Garrapinillos y Miralbueno, con un total de 93 fallecidos a partir de marzo. Casetas suma 83, Casablanca 56 y Actur Norte y Teruel Ensanche 55.

Los centros residenciales son los más vulnerables al covid-19 y actualmente concentran 82 brotes abiertos que afectan a 1.550 residentes y 543 trabajadores. La zona básica de salud de Miralbueno-Garrapinillos es la que, hasta el momento, más muertos ha registrando y en gran medida se debe al gran número de residencias que hay en el municipio de Garrapinillos y que tan afectadas se han visto durante toda la pandemia.

El alcalde de la localidad, Mariano Blasco, asume con tristeza que «desgraciadamente el volumen de fallecidos es razonable» debido a que los centros cuentan con un gran número de residentes. A pesar de este hándicap, Blasco asegura que tanto desde el centro de salud, como los trabajadores de los centros de mayores y la DGA, están haciendo todo lo posible para intentar frenar el virus. «Tenemos reuniones habitualmente y me van poniendo al día y sé que están dando todo de sí mismos», explicó.

Además, Blasco presta gran atención a que cuando se dan picos elevados de contagios «suelen ser brotes en residencias que no llegan a extenderse por el resto de vecinos debido a que hay un grado muy alto de responsabilidad». Ante esta situación, Blasco afirma que «hay que convivir con ello e intentar paliarlo lo mejor posible».

Por su parte, la localidad de Monzón, que estas últimas semanas hace frente a un brote de transmisión comunitaria que ha afectado en gran parte a la residencia municipal Riosol, ayer detectó 18 casos positivos. En dicho centro de mayores, las últimas cifras recogidas han sido de 16 fallecidos y 13 hospitalizados. Unos números que llevan al alcalde de la localidad, Isaac Claver, a asegurar que «esta nueva ola ha sido mucho mayor» en esta zona.

Claver agradece en este sentido todo el trabajo del personal sanitario del centro de salud, así como del hospital de Barbastro y de la propia residencia. «Poco a poco empezamos a intentar recuperar la normalidad, además ya se han ido reincorporando trabajadores que dieron positivo y que lo han conseguido superar», explicó.

Preocupación en el Militar

En las últimas 24 horas, Aragón ha notificado 542 casos positivos, una cifra que, a pesar de ser un pequeño repunte, indica que «se está consolidando la bajada que se venía experimentado ya desde hace unos días», según indicó el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo. Por otro lado, un brote surgido en la planta de geriatría del hospital de la Defensa de Zaragoza, popularmente conocido como Militar, preocupa a los trabajadores del centro porque los afectados son varios y las plantillas se quedan mermadas. Al menos hay 10 pacientes contagiados, pero podrían elevarse a 17 a la espera del resultado de las pruebas diagnósticas, según fuentes sindicales. Además de estos usuarios, hay seis empleados que también han dado positivo (cuatro enfermeros, un auxiliar de enfermería y un celador).