El 15 de agosto es sinónimo de fiesta en más de 170 municipios de Aragón que, desde ayer, se vuelcan en las celebraciones. Lo hacen con motivo, en muchos casos, de la Asunción, pero también de otros, como San Roque. Sea una virgen, santo u otro elemento sacro o profano, lo evidente es que el jolgorio toma durante estos días el mapa de la comunidad y multitud de localidades ven cómo su población se multiplica hasta el domingo. También destaca este año que la recuperación económica en los consistorios no termina de llegar a los presupuestos para festejos, que se mantienen similares a los de otras ediciones y, por supuesto, alejados de las cifras anteriores a la crisis.

Un hecho que corroboran los profesionales que se dedican estos días a desarrollar las actividades más comunes. Ganaderías, orquestas y empresas de pirotecnia ven cómo, después del gran descenso provocado por la crisis y unos años de cierta recuperación, las partidas municipales dedicadas a estos eventos se mantienen estables desde hace tres o cuatro ejercicios.

OTRO AIRE

Si los receptores constatan cierta rigidez en los movimientos presupuestarios de un año para otro, los propios ayuntamientos confirman que el dinero dedicado a las fiestas se encuentra estancado en los últimos años. Una situación que así se da, por ejemplo, en Calatayud donde, desde ayer, celebran San Roque. En este caso, además, las fiestas las sufraga en su mayor parte la federación de Interpeñas, que ha contado con un presupuesto de unos 150.000 euros, además de una subvención municipal de 40.000, fija desde hace años.

Una situación que contrasta con dos hitos que se han logrado este año en la ciudad zaragozana. El primero, que este San Roque ha superado la cota de los 5.000 peñistas, algo que no se lograba desde el 2004. La segunda consiste en la vuelta de dos corridas de toros, después de 14 años con solo una. Lo explica el presidente de Interpeñas, Gerardo Bernal, quien lidera desde octubre la nueva junta de la entidad que aglutina a las diez peñas de la ciudad.

Desde entonces intenta, con unas cuentas similares a otros años, dar otro aire a la programación. «Hemos conseguido hacer otros espectáculos, los hemos mejorado», señala, a la vez que precisa las novedades como las dos corridas -una de capa y otra de rejones- además de los toros embolados y las tradicionales vaquillas.

También han introducido otras, como los 26 muñecos de capea que han realizado jóvenes y niños de la localidad con materiales como corcho y cartón, gracias a un taller que ha impartido gratuitamente un profesor de esta actividad en un local cedido por el ayuntamiento. En otros años, solo se hacían 6 o 7 figuras de este tipo.

REGLA DE GASTO

«Prácticamente es el mismo de años anteriores y, con la famosa regla de gasto, tenemos que equilibrar el presupuesto», afirma la alcaldesa de Caspe, Pilar Mustieles, donde celebran San Roque desde ayer. En este caso, la partida dedicada se encuentra entre los 70.000 y los 80.000 euros, muy similar a años anteriores. También lo son las actividades que se desarrollarán estos días. Acerca de esta situación, la primera edila señala que no existe ningún evento excepcional debido a la buena acogida que tienen las propuestas que se desarrollan en estas festividades de agosto.

Eventos como la ofrenda de flores que se desarolló ayer y que resultó un «éxito de participación», con dos rondallas de la localidad acompañando a los que vestían los trajes típicos. También, los campeonatos de ajedrez, parchís y de lanzamiento de piñuelo (esto es, de huesos de oliva) o el partido de fútbol que enfrentó al CD Caspe contra el Teruel para conmemorar el trigésimo quinto aniversario del campo de Los Rosales.

Parecido sucede en Pedrola y sus fiestas de San Roque. Como también relatan en Calatayud o Caspe, en esta localidad zaragozana las cuentas para las fiestas son muy similares a los años previos. Un presupuesto que se mantiene pero que no se traduce en falta de músculo en el desarrollo de las actividades, puesto que están registrando «mucha asistencia de público», detalla el concejal de festejos del municipio, Miguel Cimorra.

Lo demuestra, por ejemplo, el éxito de la comida popular del pasado martes, en la que repartieron 1.100 raciones en una localidad que se acerca a los 3.800 habitantes.

El relato vuelve a ser muy similar en Canfranc, donde su consistorio ha dedicado 25.000 euros para las fiestas del pueblo y de la estación, según detalla su alcalde, Fernando Sánchez. Allí celebran desde ayer la Asunción de la Virgen con unas cifras similares a las de otros años.

Comenzó con el pregón, la misa, el concierto y otras propuestas como el vermú que disfrutaron, ya desde ayer, los habitantes del municipio y visitantes que copan durante los meses veraniegos el Pirineo aragonés.