Aralar denunció ayer un nuevo ataque a su sede en Vitoria, con la rotura de cristales y cerraduras, así como con otros desperfectos en las paredes. La formación recordó en un comunicado que es el tercer ataque que sufre su sede en 10 días. La organización denunció que "no basta con denuncias", sino que "es necesario también que las demás fuerzas políticas y toda la sociedad exprese claramente el más radical rechazo a estas actuaciones", porque en democracia, dicen, "no cabe hablar de niveles de violencia".