Pedro Arrojo, diputado por Zaragoza de la formación Unidos Podemos, defendió ayer la superioridad de las balsas laterales como infraestructuras hidráulicas frente a las grandes presas durante una visita de la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Congreso de los Diputados, de la que es portavoz, al sistema de riegos del Matarraña, en Teruel. También asistieron miembros de la CHE, entre ellos Rafael Romeo, una representación de Ecología y Desarrollo, abanderada por José Luis Batalla, alcaldes y regantes de otros sistemas, como César Trillo.

Arrojo, que estuvo con el resto de miembros de la comisión en las balsas de Valcomuna y la de La Trapa, subrayó que la denominada «regulación en tránsito es mucho más inteligente, más barata, menos impactante y más eficaz que hacer grandes presas en cabecera». El diputado de Unidos Podemos señaló que los propios regantes beneficiarios de este sistema, que suman tres hectómetros cúbicos, reconocen que «están haciendo el regadío que esperaban hacer cuando exigían la presa del Torre del Comte, que eran 25 hectómetros cúbicos».

«El sistema del Matarraña es ejemplar por la forma en que ha resuelto el regadío, no solo para Aragón, sino también para la cuenca del Ebro, España e internacionalmente», subrayó el diputado podemita. Dijo, en este sentido, que de lo ocurrido en esa zona de Teruel se podía también extraer como lección la importancia del diálogo social entre las partes.

La experiencia de consenso, de este modo, se llevará a la comisión del Congreso el próximo 9 de mayo, que recibirá al presidente de los regantes del Matarraña, Josep Pujol. Previamente, mantendrán diversas reuniones con distintos colectivos y grupos, con el objetivo de que esta experiencia pueda exportarse y de que se redacte una enmienda en los presupuestos que permita terminar las balsas que faltan.

Arrojo, que indicó que la visita era resultado de la invitación formulada por la Junta General de Regantes del Matarraña, explicó que el sistema adaptado finalmente al Matarraña había evitado la realización de obras con una gran oposición popular, como una gran presa en Torre del Comte y un trasvase o bombeo en Beceite.

«Ese problema se resolvió a través del diálogo», continuó. «Hablando se entiende la gente y dialogar perserverantemente no es una pérdida de tiempo, pues se gana tiempo, se gana inteligencia y se ganan soluciones duraderas y razonables».