El Arzobispado de Zaragoza reaccionó ayer por primera vez tras toda la polémica generada por el posible cierre de aulas de la escuela concertada y aseguró que dicha clausura en Aragón constituiría un «ataque» al derecho constitucional a la libertad a la enseñanza «si se consuma» la medida.

En un comunicado, la archidiócesis de la capital aragonesa aseguró que «sorprende» la posibilidad de que se adoptara esta decisión, «cuando se busca un pacto escolar con la participación efectiva de todos los sectores afectados, y antes de conocer realmente la demanda de los padres», según la institución.

«Se trata de un derecho fundamental a la libertad de enseñanza recogido en nuestra Constitución Española, que en su artículo 27 indica que todos tienen derecho a la educación», argumentaron desde el arzobispado.

La norma, dijeron, también reconoce la libertad de enseñanza, así como constata que «los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones».

Además, destacaron que la escuela concertada y la enseñanza católica, mediante el establecimiento de acuerdos de concertación, «garantizan la pluralidad educativa y son demandadas legítimamente por las familias», añadieron. Finalmente, en su escrito, el Arzobispado de Zaragoza expresó su deseo de que la comunidad aragonesa «respete» el derecho a la libertad de enseñanza, a fin, advierte, de «mantener la paz escolar».