Se ha reducido el presupuesto a casi la mitad. De los 143.000 con los que contaron los organizadores de Asalto, aportados por Zaragoza Cultural (70.000), Acción Social (60.000) y Turismo (3.000), para la pasada edición, la que se celebró en el barrio Oliver; para esta, que tendrá lugar en Las Fuentes desde el 16 al 22 de septiembre, se ha suprimido la partida de Acción Social, por lo que proyectos participativos aportados por diversas entidades ciudadanas del barrio no llegarán a realizarse.

Luis García, miembro de la organización de Asalto, no quiso quejarse (al menos públicamente) de la merma presupuestaria y reconoció que tuvo lugar una «tormenta perfecta», ya que el equipo de Gobierno saliente «no podía firmar» ni los entrantes aportar financiación; pero aún así «no buscamos culpables». Sabían que «no iba a haber ningún cambio desde Zaragoza Cultural», que sigue aportando la misma cantidad, aunque García sí señaló que «nos enteramos tarde» de que no iban a contar con la partida prevista. Desde Asalto aseguraron que había «mucho trabajo previo» con los colectivos del barrio y por eso les duele no llevar a cabo todos los proyectos pero sí «sacaremos lo máximo», sobre todo aquello que implicaba a los niños. Y es que de hecho, el colegio Público Torre Ramona es uno de los escenarios donde se celebrará este Asalto.

La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza Sara Fernández, presentó en la programación del Festival de arte urbano en el Centro Cívico Salvador Allende (antiguo Matadero) hizo hincapié en que desde su departamento no había habido «recortes» pese a que cuando ella llegó «no se había firmado el convenio» con Asalto. Explicó también que la aportación de Derechos Sociales a los trabajos realizados en Oliver, Valdefierro o el Casco, escenarios en las últimas ediciones de Asalto se habían realizado a través del Pich o el Pibo, pero Las Fuentes no cuenta con plan integral.

Fernández señaló que se trata de una cita que cumple 14 años ya convertida en «referente a nivel nacional e internacional de arte urbano en todas sus facetas» y reiteró su «compromiso» con la cita mostrando «la clara voluntad de que no se pierda el trabajo hecho» y de que Asalto pueda continuar más allá del 22 de septiembre.

Por su parte, David Lozano, gerente de Zaragoza Cultural, dijo que Asalto «transmite vida» y ayuda a «revitalizar espacios vecinales».

UNA VEINTENA DE ARTISTAS

En esta ocasión, del 16 al 22 de septiembre, una veintena de artistas intervendrán en distintos escenarios del barrio, unos trabajando entre vecinos (con seis intervenciones, en lugar de la decena de la pasada edición), otros improvisando y algunos impartiendo talleres (en el Matadero, sede del festival, sobre todo el fin de semana, donde se celebrarán la mayor parte de las actividades.

«Nos llamó el barrio, nos reunimos con sus colectivos» e intentarán cumplir las expectativas y «devolver al barrio» sus propuestas a través de arte, dijo García; unas propuestas que no podrán cumplirse al 100% por falta de presupuesto; algo que todavía desconocían los organizadores cuando la maquinaria de Asalto se puso en marcha.

Las Fuentes será el espacio central, pero, como en anteriores ediciones, las paradas del Tranvía (celebrará el 30 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos del Niño con ilustraciones a partir del lunes), también se convertirán en arte.

El festival comienza oficialmente la próxima semana, pero ayer ya comenzaron algunos artistas a trabajar, como los belgas Hell’o Colective, que lápiz en mano marcaban los primeros trazos de su trabajo en el patio interior del CEIP Torre Ramona. Este será uno de los escenarios, pero habrá más, en concreto seis, donde la abstracción dominará a la figuración.

LUGARES ACCESIBLES

Para esta edición, al ser Las Fuentes un barrio «concentrado», con una disposición muy peculiar, los organizadores han encontrado dificultades para hallar grandes paredes por lo que en lugar de «murales de gran formato» se trabajará en espacios vivos y vividos, más accesibles, como son el propio colegio público o la cancha de baloncesto del parque Torre Ramona, donde estos días pintará Urku, un artista ecuatoriano que apuesta no tanto por una obra puntual sino por que el público pueda interactuar con el espacio.

Al griego Dimitrix Taxis, al catalán Spogo y a los zaragozanos Isabel Garmón y Maiky Maik también se les podrá ver creando sus coloristas obras en la calle Rusiñol, 51, los bajos de Monasterio de Obarra, Monasterio de Guayente y Numancia, 34, respectivamente, de cara a vecinos y curiosos.