La asfixia parece estar detrás de la tragedia de Bodegas Paniza. En pocos minutos el dióxido de carbono (CO²) puede provocar la muerte, a pesar de que este gas no es tóxico y se puede encontrar en cualquier refresco como la Coca Cola o el agua con gas. Sin embargo, ayer fue letal. ¿Por qué?

Durante la fermentación del mosto para producir vino, las levaduras transforman el azúcar de las uvas en alcohol (etanol), pero al mismo tiempo generan dióxido de carbono. Y eso resulta letal porque el CO² es más pesado que el aire y tiende a acumularse en el suelo, lo que hace que el oxígeno que hay en el aire se vea desplazado. Desaparece. Y sin oxígeno es imposible respirar.

Fenómeno conocido

El investigador del Laboratorio de Análisis del Aroma y Enología y profesor titular del departamento de Química Analítica de la Universidad de Zaragoza, Ricardo López, subraya que con una concentración de un 1% de CO² ya sufres mareos, con un 5% pánico y con un 8% te quedas inconsciente y mueres en menos de 5 minutos. En las bodegas este fenómeno es conocido desde hace siglos. De hecho, tradicionalmente se entraba a limpiar los depósitos con una vela encendida. Si se apagaba indicaba falta de oxígeno (presencia de CO²) y se abandonaba el depósito.

Para evitar el peligro de fallecimiento en las tareas que se llevan a cabo en los depósitos las bodegas existen medidas de seguridad, entre las que figuran los detectores personales de oxígeno o CO² de tal forma que el aparato avisa rápidamente, señala López. Además, es conveniente usar ventiladores o extractores de aire antes de entrar para quitar posibles acumulaciones de dióxido de carbono.

Pero las medidas de prevención van todavía más allá. En concreto, la persona que entra en los depósitos debe estar sujeta con un arnés de extracción para poder sacarlo en caso de desvanecimiento. Y otra persona debe estar fuera vigilando porque en caso contrario, si un compañero ve a otro desmayado y entra a ayudarle, podría correr la misma suerte y fallecer. Esta casuística se podría haber dado en el accidente laboral de ayer en Bodegas Paniza y es la razón por la que muchas veces estos accidentes provocan la muerte de varias personas.

En cualquier caso, llama la atención que el accidente se haya producido a comienzos de julio, ya que durante estas fechas no suele haber mosto en las bodegas y todavía no se dan procesos de fermentación. No obstante, entre las hipótesis que se barajan está la de que los depósitos podrían contener restos de pieles de uva que han podido fermentar espontáneamente. Otra opción es que los depósitos tuvieran muy mala ventilación y que se hubiera acumulado CO² desde hace tiempo.

Sea como fuere, la tragedia de ayer demostró lo letal que llega a ser el dióxido de carbono. Tanto es así que el investigador de la UZ Ricardo López reconoce haber visto un pájaro pasar por encima de un depósito en plena fermentación y caer al suelo muerto por falta de oxígeno. El caso más famoso de asfixia por CO² tuvo lugar en Camerún en los años 80. Un pequeño terremoto provocó que un lago volcánico emitiera CO² y murieran casi 2.000 personas que vivían a la orilla del lago porque se quedaron sin oxígeno.